El día 12 de noviembre, en Oviedo, importantes cambios se están gestando en el entorno político local tras la renuncia del asesor de comunicación y prensa del Grupo Municipal de IU-Convocatoria por Oviedo. Esta decisión se produce en medio de la polémica generada por denuncias anónimas que han surgido en las redes sociales, relacionadas con un presunto caso de abuso sexual que involucra al mencionado asesor.

Según declaraciones de IU de Asturias a Europa Press, el asesor presentó su renuncia mediante una carta en la que se niega a reconocer las acusaciones, justo un día después de que la denuncia se hiciera pública. Desde el partido informan que actualmente no existe ninguna denuncia formal presentada ante los tribunales al respecto, lo que añade una capa de complejidad a la situación.

Ante la gravedad de las Allegaciones, IU de Asturias se vio en la obligación de informar a la Comisión de Cuidados de IU Federal. Este órgano, establecido en la última asamblea del partido, tiene como objetivo abordar actuaciones que involucren situaciones de esta índole, dando prioridad a la protección de las víctimas y a la integridad del partido.

La denuncia, que fue divulgada a través del perfil de Instagram denominado 'Denunciasasturies', proviene de una mujer que relata su experiencia tras haber ido a casa del asesor después de compartir drinks en un chiringuito durante las festividades de San Mateo. Según su testimonio, la mujer refiere que el hombre, al que ya conocía, parecía aumentar la cantidad de alcohol en sus bebidas, dejándola en un estado vulnerable. Relata que, en un ascensor, el individuo comenzó a tocarla de manera violenta.

La mujer describe cómo, al llegar a casa del asesor, él inicialmente mostró un comportamiento cordial, ofreciéndole agua y comportándose de manera cariñosa. Sin embargo, la situación rápidamente se tornó oscura, ya que volvió a intentar tocarla sin su consentimiento, lo que provocó que ella le manifestara su deseo de irse. En respuesta, el asesor adoptó una actitud agresiva, gritando y golpeando objetos en el entorno.

El relato contundente continúa, donde la mujer menciona que, a pesar de sus intentos por calmar la situación, el hombre continuó acosándola físicamente, incluso situándose sobre ella para inmovilizarla con su peso. Ante esta situación, ella se sintió paralizada, y aunque logró empujarlo para liberarse, la experiencia fue tan intimidante que decidió escapar rápidamente, sin recordar con claridad cómo regresó a su hogar.

A pesar de la gravedad de la situación, la denunciante opta por no revelar el nombre del presunto agresor, alegando que no se siente con la valentía suficiente para hacerlo. Sin embargo, comparte que es un reconocido activista feminista que incluso colabora en la entrega de premios en nombre de alguna ONG. Además, sugiere que otras mujeres han vivido experiencias semejantes pero que ciertas compañeras feministas podrían estar protegiendo al acusado, lo que genera una sensación de impotencia y desasosiego en la comunidad.