El presidente del Principado de Asturias, el socialista Adrián Barbón, ha reprendido a dos diputados del PP, Luis Venta y José Cuervas-Mons, por sus comentarios sobre la dimisión del interventor general, Diego Suárez. Ambos parlamentarios mostraron su preocupación por la renuncia de Suárez en una conferencia de prensa, cuestionando lo que el dimitido había descubierto durante su control de los fondos públicos. Venta remarcó que en la legislatura anterior hubo cuatro interventores.
Ante esto, Barbón declaró que siempre hay dimisiones en una administración como la asturiana y que en este caso se trató de una dimisión estrictamente personal, sin ninguna implicación más allá de razones personales. Además, reprochó a Venta y Cuervas-Mons su regreso a la política con un estilo anticuado, señalando irónicamente que representan la "renovación" del PP asturiano.
El presidente subrayó que la política asturiana ha cambiado con su presidencia y que la confrontación, la descalificación y los insultos ya no tienen lugar en la política del Principado. Advirtió a los diputados del PP de que la Junta General y su funcionamiento son completamente diferentes ahora, y que si vienen con la idea de que nada ha cambiado desde su última participación, se encontrarán con un parlamento y una forma de trabajo completamente distintos.
Barbón considera que estos dos diputados representan un "regreso al pasado" y no se dan cuenta de la transformación de la política asturiana. Les deja claro que si quieren contribuir de manera positiva, serán bienvenidos, pero si vienen a insultar, simplemente serán ignorados. El presidente defiende una política útil y asegura que no entrará en un intercambio de ataques con la oposición, ya que ganó las elecciones sin insultar a nadie y seguirá demostrando que se puede gobernar sin recurrir a los insultos.