El próximo sábado, el Auditorio Príncipe Felipe de Oviedo se convertirá en el escenario de un evento musical de gran relevancia social. Este concierto solidario está destinado a apoyar a la Asociación para la Prevención, Reinserción y Atención a la Mujer Prostituida (Apramp), una organización que lucha intensamente contra la trata de mujeres y niñas. La cita comenzará a las 18.30 horas y la entrada será libre, invitando a la comunidad a unirse a esta noble causa.

Este recital, que se lleva a cabo por tercer año consecutivo con el respaldo del Ayuntamiento de Oviedo, tiene como objetivo fundamental elevar la conciencia sobre los graves problemas que conlleva la explotación sexual y el tráfico de personas. En esta ocasión, la soprano Paula Leje deleitará al público con su voz, acompañada por un cuarteto de cámara que incluirá violines, viola y violonchelo, creando un ambiente propicio para la reflexión y el compromiso.

Apramp, cuya creación se remonta a 1984 en Madrid, se erige como el primer recurso integral que ofrece ayuda a mujeres inmersas en la prostitución, sirviendo de enlace entre ellas y las administraciones públicas. Este enfoque pionero ha permitido no solo asistir a estas mujeres, sino también visibilizar su realidad y trabajar para su reintegración social.

Esther Rodríguez, coordinadora de Apramp en Asturias, ha compartido alarmantes estadísticas que coloca a España como el tercer país del mundo con mayor consumo de sexo de pago entre hombres, solo superado por Tailandia y Puerto Rico, según datos de Naciones Unidas. En Oviedo, se ha documentado la existencia de numerosos pisos de contactos, con un total de 43 registrados en su informe de 2023, aunque la realidad podría ser aún más preocupante, superando el centenar.

La coordinadora ha denunciado las condiciones en las que viven estas mujeres, resaltando que lo que antes eran visibles clubes nocturnos, ahora se han transformado en apartamentos, lo que las hace aún más invisibles y vulnerables. “El cambio se produjo incluso antes de la pandemia, cuando las mujeres fueron trasladadas a estos pisos, alejándolas de la vista del público y aumentando su riesgo,” explicó Rodríguez, subrayando la urgente necesidad de visibilizar esta problemática y fomentar la empatía en la sociedad.