El pasado 10 de noviembre, la autoridad de seguridad en Asturias, la Guardia Civil, dio a conocer la finalización de las tareas de evacuación de vehículos que habían quedado atrapados debido a un deslizamiento de tierra en la Autopista del Huerna, conocida por su denominación AP-66, a la altura del municipio de Lena. En total, se reportó que 145 coches particulares, 14 camiones y dos autobuses que transportaban pasajeros se vieron afectados por esta interrupción en la circulación.

La Delegación del Gobierno en Asturias comunicó este mismo domingo la incidencia de un desprendimiento de rocas en la mencionada autopista, que tuvo lugar en el kilómetro 76, también en la zona de Lena. En consecuencia, la carretera permanece cerrada al tránsito en ambas direcciones, lo que ha generado preocupación entre los usuarios habituales de esta vía vital para la región.

En respuesta a esta situación, la Guardia Civil ha implementado desvíos de tráfico en las localidades de La Magdalena y Lena, orientando a los conductores hacia la N-630. Por su parte, Aucalsa, la empresa encargada de la concesión de la autopista, ha comenzado a trabajar con carácter urgente para restablecer la circulación "a la mayor brevedad posible". Los agentes de la Guardia Civil, tras recolectar testimonios de las personas en el área, han indicado que no parece probable que algún vehículo haya quedado atrapado dentro del argayo, lo que ha permitido una cierta tranquilidad en medio de la situación de emergencia; una unidad canina fue desplazada para corroborar dicha información.

El aviso al centro de emergencias, el 112, sobre el desprendimiento se recibió alrededor de las 10:05 de la mañana de este domingo. En respuesta a la alerta, se movilizaron patrullas de la Guardia Civil de Tráfico y equipos de bomberos del Servicio de Emergencias del Principado de Asturias (SEPA), quienes están realizando una evaluación exhaustiva de la zona afectada.

Además, un grupo de voluntarios de Protección Civil se ha dirigido al lugar para ofrecer soporte e información a los conductores que se vieron perjudicados por el corte de la autopista, reafirmando el compromiso de colaboración y ayuda comunitaria en tiempos de crisis. Su labor resulta crucial para mantener a los afectados informados y reducir la incertidumbre en torno a la situación.