La situación financiera de Duro Felguera ha entrado en un nuevo capítulo tras la reciente comunicación sobre sus litigios en Argelia, que se han visto complicados por la presentación de un preconcurso de acreedores. Este episodio no solo afecta a la empresa asturiana, sino que plantea importantes interrogantes sobre sus futuros proyectos en el extranjero y su capacidad para salvaguardar los empleos de sus trabajadores.
Desde Madrid, se informa que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha decidido levantar la suspensión cautelar sobre la cotización de Duro Felguera, efectiva desde las 8:30 horas de este viernes. Esta decisión se basó en que la compañía presentó "información suficiente" que aclara los motivos detrás de la suspensión original. Cabe recordar que esta suspensión se dictó el pasado 25 de noviembre, después de que la empresa de energía argelina, Sonelgaz, moviera ficha al solicitar un arbitraje en la Cámara de Comercio e Industria de Argelia, debido a la suspensión del contrato relativo al proyecto Djelfa.
En su solicitud, Sonelgaz demandaba no solamente la reactivación del contrato, sino también una indemnización que rondaría los 413 millones de euros, lo que añade una presión considerable sobre Duro Felguera. La impactante magnitud de esta reclamación ilustra las complejidades del entorno de negocios en el que opera la empresa, además de resaltar la vulnerabilidad de los acuerdos internacionales cuando surgen disputas significativas.
Este jueves, Duro Felguera comunicó a la CNMV los impactos financieros relacionados con el proyecto Djelfa, señalando que sus estados intermedios a 30 de junio de 2024 habían requerido una reexpresión de las cifras correspondientes al ejercicio 2023. Las perdidas anunciadas fueron impactantes: de una proyección inicial de ganancias de 1,6 millones de euros, la compañía ahora reporta un déficit de 48,8 millones para el mismo periodo.
El resultado financiero en el primer semestre de 2023, que inicialmente fue positivo, se ha visto arrastrado a pérdidas debido al impacto negativo del proyecto Djelfa, que suma 50,4 millones de euros. Esta oscura revalorización ha llevado a un reajuste significativo en su balance, donde el pasivo se incrementó considerablemente tanto en enero como en diciembre de 2023, mientras que el patrimonio neto experimentó reducciones del mismo orden, lo que evidencia un deterioro aritmético de su situación financiera.
En este contexto, Duro Felguera ha decidido adoptar un nuevo tratamiento contable para el proyecto en Argelia, lo cual implica actualizar los costos del presupuesto inicial sin regularización por parte del cliente, Sonelgaz. Esto se traduce en la creación de una provisión de 99 millones de euros para cubrir penalidades aún en litigio desde el ejercicio 2021, lo que subraya la incertidumbre sobre su viabilidad futura.
Con la cotización de la empresa establecida en 0,5040 euros en el último día de operación y el reciente anuncio de su solicitud de preconcurso de acreedores en Gijón, Duro Felguera se sitúa en una encrucijada crítica. La intención de la compañía es iniciar negociaciones para la implementación de un plan de reestructuración que permita no solo su supervivencia en el competitivo mercado de la energía, sino también la preservación de un mayor número de empleos posibles.
El avance de esta solicitud no solo facilitará el diálogo con los acreedores, sino que se espera que permita a Duro Felguera desarrollar estrategias para solventar las disputas que están afectando su operativa, y en particular, aquellos litigios asociados con el controversial proyecto del Djelfa en Argelia. Mientras tanto, la compañía ha afirmado que continuará operando con normalidad en los proyectos que ya tiene en marcha, buscando mantener su presencia activa en el sector.
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