Duro Felguera registra una pérdida de 50 millones en el primer semestre de 2023 tras ajustar sus cuentas por el proyecto en Argelia.
La empresa asturiana Duro Felguera, en medio de una situación económica complicada, ha decidido solicitar el preconcurso de acreedores, un paso significativo que refleja las incertidumbres que enfrenta en su proyecto de Djelfa en Argelia. En un comunicado dirigido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la compañía ha indicado que este proyecto ha provocado ajustes financieros drásticos, concretamente una provisión de 99 millones de euros.
En su informe financiero intermedio correspondiente al 30 de junio de 2024, Duro Felguera reveló que los resultados del año pasado exhiben un cambio alarmante: en lugar de los 1,6 millones de euros en ganancias que inicialmente habían informado, se han visto afectadas por unas pérdidas de 48,8 millones de euros por el impacto negativo del proyecto argelino, que ha generado un coste de 50,4 millones de euros.
Este ajuste contable ha llevado a un incremento notable en los pasivos de la empresa, que a 1 de enero y 31 de diciembre de 2023 se han elevado en 49 y 99 millones de euros respectivamente. Asimismo, el patrimonio neto de Duro Felguera ha sido igualmente afectado, con reducciones que coinciden exactamente con esos incrementos en el pasivo.
Duro Felguera ha adoptado un nuevo enfoque contable respecto al proyecto de Djelfa, ya que considera que la construcción de la central eléctrica enfrenta desafíos significativos. Este nuevo tratamiento conceptual incluye una provisión de 99 millones de euros, reflejando la realidad de que no ha habido reequilibrio económico por parte de Sonelgaz, el cliente, y que están en disputa importantes penalidades desde 2021.
El contrato estipula penalidades por retrasos en la entrega de la obra, y los documentos firmados por ambas partes indicaban que se esperaba que la planta eléctrica estuviese operativa desde octubre de 2021. La firma ha procedido a ajustar sus cifras para tomar en cuenta una proyección de 48 millones de euros, que se destinarán a cubrir posibles reclamaciones del cliente a consecuencia de dichas disputas contractuales, ajustando cifras hasta retrotraerse a 2021.
Además, al tratarse de un acuerdo considerado "oneroso", Duro Felguera ha tenido que reconsiderar los costes inevitables asociados con la ejecución total del proyecto, contemplando las fluctuaciones en el presupuesto inicial y la ausencia de reajustes económicos por parte de Sonelgaz, lo que ha llevado a una reevaluación del importe del contrato oneroso.
Conscientes de la gravedad de la situación, Duro Felguera ha solicitado oficialmente el preconcurso de acreedores en los Juzgados de lo Mercantil de Gijón. Este movimiento tiene como objetivo iniciar un proceso de negociación que permita establecer un plan de reestructuración, buscando asegurar la viabilidad futura de la empresa y la preservación del mayor número de empleos posible.
La solicitud de negociación con los acreedores es un paso esencial para Duro Felguera, que se encuentra suspendida de cotización desde el 25 de noviembre. Este período les permitirá llevar a cabo las gestiones necesarias para encontrar soluciones a las discrepancias que les afectan, especialmente en relación con el proyecto de Djelfa, que ha estado plagado de problemas.
Desde 2014, la empresa ha estado trabajando en la construcción de esta central eléctrica de ciclo combinado en Argelia. Sin embargo, la ejecución del proyecto ha estado marcada por continuos retrasos y disputas con Sonelgaz, el cliente argelino, lo que ha llevado a múltiples reclamaciones por incumplimiento de contrato.
Después de firmar un protocolo de acuerdo a finales de 2021 y una modificación del contrato en abril de 2022 —donde se acordó liberar parte de la retención a la facturación de Duro Felguera y estudiar sus reclamaciones— se reanudaron las obras. No obstante, Duro Felguera ha afirmado que desde 2022 hasta 2024, el avance de los trabajos ha sido insatisfactorio y sigue sin resolverse gran parte de los problemas contractuales con el cliente.
Entre las dificultades que han obstaculizado el progreso del proyecto se encuentran los demoras en el pago del anticipo y en la ejecución de los trabajos de infraestructura, así como obstáculos que Duro Felguera ha enfrentado relacionados con conflictos de interés dentro de Sonelgaz Engineering, el representante del cliente y principal subcontratista.
Ante el cúmulo de situaciones que han impedido el avance completo de la obra, el 18 de junio, Duro Felguera notificó a Sonelgaz sobre la suspensión del contrato hasta que se resolvieran los incumplimientos mencionados. Sin embargo, Sonelgaz se opuso a esta suspensión, iniciando un periodo de negociaciones que obligó a Duro Felguera a reestructurar su tratamiento contable del proyecto argelino.
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