El presidente del Gobierno del Principado de Asturias, el socialista Adrián Barbón, ha expresado su deseo de que Asturias se consolide como una "potencia turística" en el año 2024, manteniendo su condición de "paraíso natural y cultural". En su mensaje de fin de año, grabado en Cudillero, Barbón destacó la importancia de la nueva variante ferroviaria de Pajares, que conecta Asturias con la meseta, como un hito histórico que abre nuevas puertas para el futuro.

El presidente señaló que la llegada de la alta velocidad ha tenido un impacto positivo en el turismo, con más de 100.000 billetes vendidos. Su objetivo para 2024 es convertir a Asturias en un destino turístico permanente durante todo el año, sin comprometer su patrimonio. Además, Barbón destacó que la alta velocidad también impulsará el crecimiento económico al facilitar el transporte de mercancías. El Gobierno de Asturias aspira a convertirse en el polo logístico del Cantábrico, aprovechando el potencial de los puertos de Gijón y Avilés, así como el desarrollo de la Zona de Actividades Logísticas de Asturias (Zalia).

Barbón también expresó su intención de oficializar el asturiano y el eonaviego, y espera lograr un gran pacto por la conservación y uso de estas lenguas que abra el camino hacia su oficialidad. En el ámbito nacional, el presidente de Asturias afirmó que no hay lugar para la insolidaridad ni la desigualdad en la Constitución, especialmente en lo que respecta a la quita de la deuda autonómica y la reforma del sistema de financiación.

En consonancia con su lema "Asturias, lo primero", Barbón enfatizó que su gobierno exigirá el cumplimiento de compromisos como el plan de cercanías ferroviarias, el Corredor Atlántico y el avance de la autopista del Suroccidente. Asimismo, rechazarán cualquier decisión que perjudique a Asturias. El presidente hizo un llamamiento a la concordia y a la convivencia, resaltando la importancia de la democracia y condenando el acoso y la violencia.

Por último, Barbón aseguró que su gobierno se regirá por principios como el respeto, el diálogo y la búsqueda de acuerdos. Destacó los logros alcanzados hasta ahora y reiteró su determinación de no dejarse arrastrar por la descalificación y la política tóxica. A pesar de las dificultades persistentes, el presidente se mostró optimista sobre el futuro de Asturias y mencionó la reducción del desempleo, el fortalecimiento empresarial, la revitalización del medio rural, la mejora de los servicios públicos y el impulso demográfico como preocupaciones constantes de su gobierno.