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El Principado halla en Tapia de Casariego 16 morteros mineros de la época romana

El Principado halla en Tapia de Casariego 16 morteros mineros de la época romana

El Gobierno de Asturias ha llevado a cabo una destacada labor de recuperación de 16 morteros mineros de época romana en el complejo aurífero de Salave-Lagunas de Silva, ubicado en Tapia de Casariego. Esta importante tarea fue realizada en conjunto por las direcciones generales de Patrimonio Cultural y de Custodia del Territorio. El material, que data de los siglos I y II d.C., ha sido trasladado al Museo Arqueológico de Asturias para su resguardo.

De acuerdo con el Gobierno autonómico, las labores de rescate se llevaron a cabo el 29 de noviembre en la Ribeiría de El Figo, luego de recibir información sobre la existencia de estas piezas por parte de los geólogos Evaristo Álvarez Muñoz, Beatriz González Fernández y Eduardo Menéndez Casares, quienes forman parte del Servicio de Patrimonio Cultural.

En la Ribeiría del Figo y en la franja intermareal, los especialistas hallaron más de cincuenta morteros mineros labrados en bloques granitoides o de cuarzo, conformando el conjunto más significativo del noroeste de la península. Cabe señalar que los demás hallazgos conocidos son ejemplares aislados. Estas piezas tenían la función de lavar y cribar los metales pesados en las explotaciones mineras de época romana.

Dado su valor histórico y arqueológico, el Consejo del Patrimonio Cultural de Asturias decidió recuperar los ejemplares de mayor relevancia. Sin embargo, esto implicaba dos grandes dificultades: el considerable peso de la mayoría de los morteros, superando los 200 kilos, y la falta de acceso directo a la cala donde se encontraba el conjunto.

Para resolver estas complicaciones, se llevó a cabo una operación por vía aérea en la que participaron un técnico arqueólogo del Servicio de Patrimonio Cultural, miembros de la Guardería del Medio Natural y un helicóptero de Bomberos de Asturias. Gracias a este dispositivo, se logró rescatar 16 elementos.

Los expertos destacan la importancia de este descubrimiento, ya que se trata de artefactos mineros contextualizados arqueológicamente, ubicados al pie de una gran zanja-canal de una explotación aurífera de época romana que estuvo en funcionamiento desde mediados del siglo I d.C. hasta mediados del siglo II d.C.