El sindicato Jucil se suma como acusación popular contra el detenido en Cangas de Onís por agresión a guardias civiles.
OVIEDO, 22 Ago.
La Asociación Profesional Jucil ha expresado su preocupación ante la decisión de la jueza del Juzgado de Cangas de Onís, quien "envía un mensaje equívoco a la sociedad" al dejar en libertad con cargos al agresor de los guardias civiles. Además, ha anunciado que se personará como acusación popular para reforzar la defensa jurídica del asociado agredido.
La asociación profesional destaca que el autor de los hechos enfrentará previsiblemente peticiones de penas elevadas y que existe riesgo de fuga, razón por la cual el Ministerio Fiscal solicitaba prisión sin fianza hasta el momento del juicio.
Jucil se ha mostrado sorprendida por la decisión adoptada por el Juzgado de Cangas de Onís y recuerda que la intervención se produjo en medio de un acto extremadamente violento por parte de esta persona, que se encontraba fuera de sí según se puede observar en los vídeos grabados y utilizó una violencia extrema contra los agentes que intentaban detenerlo.
También subrayan que sus acciones causaron lesiones a un guardia civil que tuvo que recibir dos puntos de sutura cerca del ojo y otros diez puntos para cerrar la brecha en la cabeza, luego de ser atacado violentamente por el detenido ahora en libertad.
"Jucil respeta los criterios que permiten argumentar las decisiones judiciales, aunque considera que la adoptada por la jueza, al no atender la solicitud del Ministerio Fiscal, difunde un mensaje equívoco tanto para la sociedad como para aquellos que se disponen a delinquir y, sobre todo, para aquellos que actúan con violencia extrema. Un mensaje que expresa la facilidad con la que es posible escapar de las consecuencias, que deberían ser graves, de causar lesiones a otra persona y, sobre todo, de lo gratuito que resulta resistirse a la acción de la autoridad y posiblemente incurrir en un delito de atentado", indican desde el colectivo.
Asimismo, aseguran que esta decisión judicial, que Jucil respeta y acata, pero no comparte, agrega aún más incertidumbre en los protocolos de actuación de los guardias civiles frente a actitudes violentas, ya que, como sucede en este caso, el agresor no posee armas de fuego ni armas blancas, lo que implica que la respuesta deba ser de otro nivel que en los casos en los que se responde a esos ataques.
La asociación profesional que defiende los intereses laborales y sociales de los guardias civiles también desea recordar que no es la primera vez que el ahora liberado ha sido detenido por hechos similares a los ocurridos durante el fin de semana. Hace algunos años, esta misma persona fue detenida por desacato a la autoridad en fechas similares, también durante las festividades de esta localidad asturiana.