OVIEDO, 25 de noviembre. La situación de violencia de género en nuestra sociedad sigue siendo motivo de alarma, y un caso reciente en Oviedo subraya el grave problema que enfrentamos. La Fiscalía ha solicitado una dura condena de 14 años, 11 meses y 29 días de prisión contra un individuo acusado de intentar acabar con la vida de su pareja en un atroz suceso ocurrido en julio de este año.
Este martes, 26 de noviembre, se llevará a cabo la vista oral en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Oviedo, un momento crucial donde se plantearán las evidencias y los testimonios que rodean este lamentable acontecimiento. La audiencia comenzará a las 10:00 horas y se espera que se arroje luz sobre los oscuros hechos que llevaron a esta situación.
Según el relato del Ministerio Fiscal, el acusado, nacido en 1978, mantenía una relación de convivencia con la víctima en Oviedo. En la mañana del 15 de julio de 2023, la pareja se encontraba en su hogar cuando, sin que hubiera evidencias de un conflicto previo, el acusado tomó la decisión irreversible de intentar quitarle la vida a su pareja, quien se hallaba en ese momento descansando en su dormitorio.
Armado con una navaja táctica de 9 centímetros de hoja, el agresor entró en la habitación con la clara intención de causar daño. Posteriormente, asestó dos puñaladas: una impactó en la pierna izquierda de la mujer, mientras que la otra la alcanzó en el pectoral izquierdo, unas agresiones que podrían haber tenido consecuencias fatales.
La víctima, demostrando una increíble valentía y determinación, logró escapar de la vivienda a pesar de llevar la navaja incrustada en su cuerpo. Saliendo a la calle, gritó desesperadamente pidiendo ayuda: “¡Que me va a matar, llama a la Policía, que me mata!” Un llamado que resonó en la comunidad y llevó a una persona cercana a socorrerla en un momento tan crítico.
El procesado intentó seguirla, rociando una atmósfera de terror en su entorno inmediato. Afortunadamente, la intervención de un buen samaritano permitió que la mujer recibiera asistencia médica urgente. A pesar de su fortaleza al sobrevivir a esta traumática experiencia, la víctima ahora enfrenta secuelas físicas, que incluyen cicatrices en su rostro y en su pierna.
En cuanto a las medidas legales, el imputado se encuentra actualmente en prisión provisional, decidido por el Juzgado de Violencia sobre la Mujer nº 1 de Oviedo. Este mismo juzgado ha impuesto la prohibición absoluta de acercamiento a la víctima, estableciendo un perímetro de seguridad de 500 metros alrededor de su domicilio y cualquier otros lugares donde pueda estar, así como la prohibición de comunicación entre ellos, hasta que el proceso judicial concluya con una sentencia firme.
La Fiscalía ha calificado los hechos como constitutivos de un delito de asesinato en grado de tentativa, considerando que concurren factores agravantes motivados por razones de género y de parentesco, lo que subraya aún más la gravedad del caso.
Por ello, se solicitará no solo una larga pena privativa de libertad, sino también medidas adicionales como la inhabilitación absoluta del procesado, la prohibición de contacto con la víctima durante un periodo extendido, y supervisión tras cumplir la sentencia. Además, el Ministerio Fiscal ha demandado que el acusado se haga cargo de los gastos médicos derivados de su atentado, que implica una responsabilidad civil más grande que no puede ser ignorada.
La lucha contra la violencia de género exige de nuestra sociedad una respuesta contundente. El caso que se ventila en Oviedo pone de manifiesto la necesidad de persisteramente enfrentar y erradicar este tipo de atrocidades, asegurando que la justicia se aplique con firmeza y compasión hacia las víctimas que buscan recuperar su vida después de un episodio tan devastador.
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