En el día de hoy, el Juzgado de lo Penal número 3 de Oviedo ha dictado una sentencia condenatoria hacia un funcionario del Centro Penitenciario de Asturias, quien ha sido declarado culpable de un delito de tortura. La pena impuesta consiste en 8 años de inhabilitación absoluta y un año de prisión, en línea con lo solicitado por la Fiscalía. Cabe destacar que esta resolución no es definitiva y puede ser apelada, según ha comunicado el Ministerio Público.
De acuerdo con el fallo judicial, el interno R.F., que ya se encontraba cumpliendo una condena por delitos previos, intentó atacar a los funcionarios del centro penitenciario con una cuchilla en dos ocasiones: primero en la cabina de vigilancia y luego cuando se hallaba recluido en aislamiento. Ante la actitud violenta y amenazante del recluso, los guardias se vieron obligados a tomar medidas para contenerlo, recurriendo incluso a la sujeción mecánica con correas homologadas.
A pesar de que el interno no presentó lesiones visibles ni requirió asistencia médica, se ha considerado que la actuación del funcionario condenado fue desproporcionada y violenta. Este empleado penitenciario golpeó al recluso con una defensa reglamentaria en dos ocasiones, alcanzándolo en el vientre y en la entrepierna. Además, también se registraron golpecitos en otras partes del cuerpo del interno. Es importante resaltar que, a pesar de la falta de lesiones aparentes, la gravedad de los hechos ha sido determinante en la emisión de esta condena.
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