OVIEDO, 8 de noviembre. En un avance significativo hacia una mayor coordinación y preparación frente a los fenómenos meteorológicos extremos, la Delegación del Gobierno en Asturias ha renovado recientemente su Protocolo de actuación en casos de nevadas y otras situaciones climáticas adversas que podrían impactar la Red de carreteras del Estado en la región. Este acuerdo busca fortalecer la seguridad y fluidez en el tránsito de vehículos y mercancías a lo largo de los 837 kilómetros que conforman la red estatal en Asturias, abarcando autopistas, autovías y carreteras convencionales.
Como en años anteriores, el protocolo ha sido suscrito por importantes figuras de la administración, incluyendo a la delegada del Gobierno, la responsable de la Demarcación de Carreteras del Estado en Asturias, la jefa Provincial de Tráfico y el director del Centro de Gestión del Tráfico de Noroeste Cantábrico. Este esfuerzo conjunto resalta la importancia de una colaboración interinstitucional efectiva en momentos críticos.
El propósito fundamental de este protocolo es asegurar la máxima seguridad en las vías durante condiciones meteorológicas severas. Al respecto, el documento detalla también los recursos materiales disponibles para la temporada invernal, presentado un mapa de Asturias dividido en seis sectores que abarcan toda la Red de Carreteras del Estado, así como la autopista AP-66, gestionada por Aucalsa. Para esta campaña, se han dispuesto 53 máquinas quitanieves, un incremento con respecto al año anterior, así como depósitos con capacidad para almacenar 498.000 litros de salmuera y silos con 9.915 toneladas de productos fundentes.
Entre los recursos enumerados se incluyen los equipos disponibles para Aucalsa, la empresa concesionaria de la autopista de peaje AP-66. En total, esta entidad cuenta con siete camiones equipados con cuchillas y esparcidores de fundentes, así como una quitanieves dinámica y una pala cargadora de fundentes en la vertiente asturiana. A su vez, en la parte leonesa, se disponen de siete camiones y dos palas cargadoras. En cuanto a los suministros, Aucalsa tiene en sus instalaciones varios silos con capacidad para 5.635 toneladas de fundentes y plantas de salmuera con una capacidad combinada de 300.000 litros.
El protocolo también establece la estructura organizativa necesaria para la dirección y coordinación de las acciones contempladas en el mismo, que estará liderada por la delegada del Gobierno en Asturias, apoyada por un Comité Ejecutivo presidido por la propia Adriana Lastra. Este equipo incluirá a altos mandos de la Guardia Civil y de la Policía Nacional, así como representantes de diversas entidades relacionadas con el transporte y la gestión de carreteras.
Cuando sea necesario, el protocolo permitirá la incorporación de representaciones de la Delegación Territorial de AEMET, la Unidad Militar de Emergencias y Aucalsa para garantizar una respuesta rápida y coordinada. La prerrogativa de declarar las fases operativas del protocolo recaerá en la delegada del Gobierno, quien también podrá designar las funciones específicas a cada miembro del Comité Ejecutivo, asegurando así una distribución eficaz de responsabilidades.
Asimismo, se ha acordado la creación de un Centro Coordinador en las instalaciones de la Delegación, con el objetivo de mantener informada a la delegada sobre la situación actual, proponer medidas correctivas y asegurar el seguimiento de las directrices establecidas. Este centro estará compuesto por personal de distintas entidades, trabajando en sinergia para una acción inmediata y coordinada. Si se considera pertinente, se contará con la participación de un oficial de las Fuerzas Armadas en este dispositivo.
El protocolo también detalla procedimientos operativos que se activarán en función de la evolución de las condiciones meteorológicas. Así, la fase de alerta se dará cuando la AEMET emita un aviso de nevadas o fenómenos adversos, desencadenando el despliegue de maquinaria de limpieza. Esta fase culminará cuando se restablezcan las condiciones normales o cuando la situación exija avanzar a la fase de preemergencia.
En términos de gestión del tráfico, la fase de preemergencia será activada en situaciones donde las condiciones de nieve o hielo generen obstáculos significativos para la circulación. Durante esta fase, además de lo ya contratado en la fase de alerta, se implementarán restricciones de tráfico, coordinándose con la DGT y la Guardia Civil para asegurar la seguridad en las carreteras.
Por último, la fase de emergencia se activará cuando sea necesario proporcionar asistencia a personas que se encuentren atrapadas o retenidas por las condiciones meteorológicas. En esta etapa, además de las medidas ya mencionadas, se movilizarán todos los recursos disponibles del Estado para atender adecuadamente a quienes se han visto afectados, asegurando el bienestar de la población y facilitando su movilidad.
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