El 25 de noviembre se ha dado a conocer un innovador estudio que lidera el investigador Juan Mayordomo Colunga, que trabaja en el Instituto de Investigación Sanitaria del Principado (Ispa) y en la Fundación para la Investigación y la Innovación Biosanitaria (Finba). Esta investigación ha revelado un hallazgo significativo: la ventilación mecánica prolongada puede impactar de manera negativa en la capacidad pulmonar de los pacientes pediátricos en estado crítico.

El estudio, denominado LUS-PICO (que corresponde a "Lung ultrasound score-pediatric intensive care outcomes"), tiene como objetivo primordial identificar los casos más severos que podrían necesitar un enfoque terapéutico más intensivo. Esto no solo busca mitigar la necesidad de ventilación mecánica prolongada, sino también reducir las complicaciones asociadas a la mayor estancia en las unidades de cuidados intensivos pediátricos.

Para alcanzar estas conclusiones, se llevó a cabo un seguimiento exhaustivo de 538 niños gravemente enfermos que fueron ingresados en unidades de cuidados intensivos. A cada uno se les realizó una ecografía a pie de cama a las doce horas de su ingreso y otra más entre las 48 y 72 horas posteriores, evaluando a fondo el nivel de aireación en sus pulmones.

En la investigación han estado involucradas 24 unidades de cuidados intensivos pediátricas en España y una en Portugal. Junto al doctor Mayordomo, quien trabaja como intensivista pediátrico en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) y es profesor asociado en la Facultad de Medicina de la Universidad de Oviedo, también ha co-dirigido el trabajo Ignacio Oulego Erroz, un pediatra especializado en cardiología pediátrica y cuidados intensivos en el Centro Asistencial Universitario de León.

Este equipo forma parte del prestigioso Centro de Investigación Biomédica en Red (CIBER) de Enfermedades Respiratorias, dirigido por el doctor Guillermo Muñiz Albaiceta, quien actúa como director científico del Ispa. Además, es relevante mencionar que el estudio también integra la tesis doctoral de Pilar de Castro Vecino, aportando un enfoque académico a esta importante investigación.

Una parte de los hallazgos obtenidos del trabajo LUS-PICO se presenta en un artículo titulado 'Lung Ultrasound Score, Severity of Acute Lung Disease and Prolonged Mechanical Ventilation in Children', publicado en la reconocida American Journal of Respiratory and Critical Care Medicine.

La ecografía pulmonar clínica, un método que permite realizar evaluaciones de manera no invasiva y sin radiación (a diferencia de la radiografía convencional y la tomografía computarizada), se ha mostrado eficaz en la estimación de la cantidad de líquido presente en los pulmones. Esta técnica adquiere un valor especial en pacientes pediátricos, donde la prevención de la exposición a la radiación es crucial.

El doctor Mayordomo explica que “un pulmón sano no debería contener líquido, sino que debe estar casi completamente lleno de aire. Sin embargo, ante situaciones inflamatorias, como en casos de neumonía grave, el líquido se empieza a acumular”. Esta acumulación no solo ocurre ante complicaciones pulmonares, sino que también se refleja cuando los riñones o el corazón no están funcionando de manera óptima, resultando en una significativa pérdida de aireación pulmonar. Así, la presencia de líquido en los pulmones se convierte en un indicativo del deterioro en otras áreas del organismo entre los niños críticos.

Tras la pandemia de COVID-19, la ecografía pulmonar ha ganado una popularidad considerable por su función en la evaluación del daño pulmonar, especialmente en adultos mayores. Sin embargo, este procedimiento también ha demostrado ser útil para determinaciones en recién nacidos y prematuros, permitiendo conocer la causa y la severidad de sus problemas respiratorios, así como guiando en las decisiones sobre el tratamiento que requieren. Hasta el momento, la investigación de los beneficios de la ecografía pulmonar en niños mayores de un mes había sido escasa.