En una declaración el día de hoy en Oviedo, el presidente de la Junta General, Juan Cofiño, expresó su preocupación por las persistentes desigualdades que enfrenta la comunidad gitana. Señaló que a pesar de algunos avances en términos de bienestar, la brecha entre la situación de los gitanos y la población en general sigue siendo significativa, especialmente en áreas clave como la educación y el empleo.

Cofiño hizo estas afirmaciones durante un evento conmemorativo del Día Internacional del Pueblo Gitano, donde estuvieron presentes destacadas figuras como José Manuel Jiménez de la Fundación Secretariado Gitano y la boxeadora Sara Montoya Vidal, conocida por su participación en la película 'Golpe a golpe'. El evento también contó con la interpretación del Himno Gitano Gelem Gelem por parte del acordeonista Aurrel Merisán.

En su intervención, Cofiño destacó el arraigo histórico de la pobreza y la exclusión social en la comunidad gitana, y señaló que a menudo la identidad cultural ha sido un obstáculo en lugar de una oportunidad para la inclusión. En particular, resaltó la preocupante tasa de abandono escolar entre los gitanos y su impacto negativo en las oportunidades laborales futuras, lo que perpetúa un ciclo de exclusión.

El presidente del Parlamento asturiano abogó por un enfoque educativo intercultural que reconozca y respete las diferencias culturales de los grupos minoritarios. Argumentó que la escuela debe ser un espacio de socialización que no solo promueva el aprendizaje, sino también la integración de las diversas identidades culturales. En este sentido, enfatizó la necesidad de una regulación educativa y laboral que garantice igualdad de oportunidades para todos.

Cofiño instó a la comunidad gitana a comprometerse con la sociedad actual y buscar beneficios en la integración, sin renunciar a su identidad cultural. Subrayó la importancia de encontrar un equilibrio entre la preservación de la cultura gitana y la participación activa en la sociedad general, y animó a los gitanos a compartir sus tradiciones con el resto de la sociedad.

En última instancia, el presidente hizo un llamado a la población no gitana a respetar la cultura gitana sin caer en estereotipos ni distorsiones. Asimismo, exhortó a los gitanos a ser menos reservados con respecto a su cultura y a no temer a la visibilidad, sino más bien a compartir sus tradiciones como una forma de enriquecer la diversidad cultural en la sociedad.