El pasado lunes, en una declaración cargada de críticas hacia el Gobierno central, el presidente del Partido Popular en Asturias, Álvaro Queipo, manifestó su decepción con la administración socialista liderada por Pedro Sánchez, afirmando que "se ha olvidado de Asturias de una forma clara, la está castigando especialmente". Esta contundente afirmación refleja un sentimiento creciente de descontento entre algunos sectores políticos de la región, quienes sienten que sus necesidades están siendo ignoradas.

Queipo hizo estas declaraciones durante su participación en la Junta Directiva Nacional del PP, que tuvo lugar en Madrid bajo la dirección de Alberto Núñez Feijóo, lo que resalta la preocupación del partido por la situación política en Asturias y a nivel nacional.

El líder popular asturiano señaló que “en este año hemos visto cómo la situación de España y de Asturias cada vez se degrada más”, subrayando que los problemas históricos se están exacerbando y permanecen sin solución. Esta afirmación invita a la reflexión sobre las políticas actuales y su impacto real en la vida de los ciudadanos asturianos.

Según Queipo, la situación de Sánchez se complica por diversas cuestiones de corrupción que rodean a su entorno, sugiriendo que esto ha llevado al Gobierno a actuar de manera desesperada: “vemos un Gobierno capaz de fagocitar e invadir todas las instituciones con tal de seguir en el poder”. Esta crítica no solo cuestiona la ética del liderazgo actual, sino que también plantea preocupaciones sobre la integridad de las instituciones democráticas.

El presidente del PP asturiano también centró su crítica en el Gobierno regional, acusando a Adrián Barbón, también del PSOE, de no tener el coraje suficiente para defender los intereses de Asturias frente a su liderazgo nacional. “La preocupación de Barbón está ahora mismo en el congreso del PSOE, no en los problemas de Asturias”, sentenció Queipo, advirtiendo que esta falta de enfoque podría costar demasiado a la región.

El debate actual en la región se centra en el presupuesto regional para 2025, sin que el Ejecutivo de Barbón haya esclarecido sus intenciones o planes. Queipo expresó su sorpresa y decepción al afirmar que han solicitado información para poder hacer propuestas concretas, pero solo han recibido un escueto documento de un folio y medio, lo que limita el diálogo y la colaboración.

Finalmente, Queipo dejó claro su escepticismo acerca de las intenciones del Gobierno en cuanto al presupuesto, insinuando que podría ser aún más perjudicial que el del año anterior. “No vamos a ser cómplices de un Presupuesto que agrava los problemas de Asturias”, concluyó, subrayando la necesidad de una oposición firme y transparente que defienda los intereses de la comunidad asturiana.