Roqueñí, enfocado en la adaptación ecológica de la industria durante su mandato en Consejería.

Roqueñí, enfocado en la adaptación ecológica de la industria durante su mandato en Consejería.

La consejera de Transición Ecológica, Industria y Desarrollo Económico, Nieves Roqueñí, ha presentado las prioridades de su departamento para esta legislatura, haciendo hincapié en la adaptación ecológica de la industria, el fortalecimiento de los sistemas de abastecimiento de agua y la elaboración de una nueva Ley de Calidad Ambiental.

Roqueñí destacó la importancia de desarrollar energías renovables y de trabajar en una estrategia para la producción de biogás y biometano. También hizo mención a la lucha contra el cambio climático, señalando que esto implica una transición hacia una economía de bajas emisiones y un cambio integral del modelo económico de Asturias.

La consejera mencionó que ha pasado lo peor y que ahora Asturias encara el futuro de manera optimista. Considera que la región está en las mejores condiciones para reinventarse, impulsar un modelo de desarrollo sostenible y digital, reindustrializar Asturias, mejorar el medio ambiente y generar empleos verdes y energía limpia.

En cuanto a la industria, Roqueñí anunció la presentación de una Ley de Proyectos Estratégicos reforzada por un nuevo programa de suelo industrial y una ventanilla única para la comercialización de terrenos industriales, con el objetivo de dar respuestas ágiles a las empresas.

La Consejería de Transición Ecológica llevará a cabo la revisión de las Directrices Sectoriales de Ordenación del Territorio para el Aprovechamiento de la Energía Eólica, así como la incorporación de otras formas de energía renovable como la fotovoltaica. También se elaborará una estrategia para el aprovechamiento de gases renovables, como el biogás y el biometano, y se pondrá en marcha un programa financiado con el Fondo de Transición Justa para promover las energías renovables, el autoconsumo, el almacenamiento y el hidrógeno verde.

En cuanto al agua, se redactará una nueva Ley del Agua para actualizar la norma vigente, que data de 1994. También se llevarán a cabo proyectos de construcción de infraestructuras para garantizar el tratamiento adecuado de las aguas residuales urbanas, el saneamiento de las zonas rurales con menos de 100 habitantes y la eliminación de los vertidos colectivos sin depuración que aún existen en Asturias.

Este año se anunció la transformación de la depuradora de Villapérez, la mayor de Asturias, en una gran biofactoría que producirá agua regenerada para uso industrial y generará electricidad a través de la conversión en biometano de los lodos residuales. También se fortalecerá la red de abastecimiento de agua potable del área central de Asturias y se promoverá la construcción de grandes arterias para ampliar la red regional.

En cuanto a los residuos, se puso en marcha una nueva planta de tratamiento de la bolsa negra, con una inversión de más de 62 millones de euros, con el objetivo de que en 2024 toda la basura mezclada se trate en esta planta y no se envíe al vertedero. También se está trabajando en una ley autonómica de residuos y un Plan Integrado de Residuos para una Economía Circular de Asturias (Pireca).

Roqueñí concluyó llamando al consenso ante los desafíos que enfrenta Asturias en la próxima década. Destacó la importancia del diálogo y la reflexión para alcanzar los niveles de consenso necesarios para afrontar los grandes retos que se presentan.

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Asturias