Sindicatos demandan a Hunosa que negocie con la SEPI para asegurar un plan empresarial transparente.
El encierro en la sede de la empresa hullera Hunosa no solo proseguirá, sino que sus representantes han anunciado que se están considerando nuevas formas de protesta en los días venideros. Esta decisión surge en un contexto de tensiones laborales y descontento sindical tras la reciente publicación de un comunicado por parte de la compañía, el cual ha causado una profunda indignación entre los trabajadores y sus representantes.
Recientemente, Damián Manzano, secretario general de CCOO de Industria, y José Luis Alperi, líder de SOMA-Fitag-UGT, expresaron su preocupación y frustración al señalar que Hunosa ha difundido información engañosa en su comunicado, donde se afirma que el nuevo plan de empresa incluye aumentos en la plantilla y una inversión de 130 millones de euros hasta 2028. Manzano fue contundente al afirmar que la empresa no garantiza puestos de trabajo ni para sus empleados ni para los de las subcontratas, en un momento crítico en que se prevé el cese de las actividades esenciales que actualmente realizan.
Alperi también cuestionó la falta de claridad sobre las inversiones prometidas, las cuales considera insuficientes en comparación con las de otras empresas del sector como Arcelor o Capsa. Es evidente que las expectativas de los trabajadores están lejos de ser satisfechas, y ambos líderes sindicales exigen a la empresa coordinar una reunión urgente que involucre a la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) para discutir cómo se van a llevar a cabo las negociaciones y qué criterios se van a usar para evaluar las propuestas.
En un acto de solidaridad, los líderes sindicales se presentaron ante la sede de Hunosa junto a otros representantes y miembros del personal, reafirmando su decisión de continuar el encierro. En este contexto, la posibilidad de nuevas movilizaciones está en la mesa, con la intención de que los trabajadores hagan sentir su voz ante las autoridades.
El secretario general de SOMA-Fitag-UGT escuchó la creciente frustración al considerar "incomprensibles" las actitudes tanto de Hunosa como de la SEPI. Además, destacó que es preocupante que un gobierno que se autodenomina socialista esté eludiendo el diálogo social. Si esta situación persiste, advierte que el actual presidente de Hunosa, Enrique Fernández, podría llevar a cabo el cierre de la empresa pública, dejando a sus empleados sin alternativas ni vías de discusión.
Alperi enfatizó su rechazo a las decisiones unilaterales tomadas por Hunosa, subrayando que no pueden permanecer inactivos ante el escenario que están viviendo. Además, criticó las contrataciones anunciadas por la empresa, que considera carentes de una estrategia coherente y de necesidad real en este momento. Aseguró que no hay un plan de empresa claro que justifique estas acciones y se pregunta cuál es el objetivo detrás de la creación de nuevos puestos de trabajo.
Ambos sindicalistas esperan una respuesta que propicie el diálogo social y claman por la rectificación de un comunicado que elimina elementos del acuerdo previamente establecido, donde se mencionaban aspectos cruciales para el personal y el plan social, además de incluir inversiones que no fueron discutidas en la mesa de negociación.
Alperi, con un tono de preocupación, declaró que se sienten "instalados en la desconfianza" y que su asamblea permanecerá activa, comunicando las futuras movilizaciones que se llevarán a cabo. Se ha demostrado que la presión social podría ser el camino hacia una transformación necesaria en el panorama laboral.
Manzano refuerza su posición al alegar que la SEPI parece tener la intención de desmantelar la actividad en Hunosa sin alternativas viables. Critica el modelo de gestión del Consejo de Administración de la compañía, que, según su opinión, no está alineado con la promoción de un futuro sostenible ni con la creación de empleo en las regiones mineras.
Además, denuncia la falta de voluntad para negociar por parte de la SEPI, que rompió un pacto alcanzado con los trabajadores sin presentar una interlocución válida, al tiempo que la empresa mantiene un liderazgo que él considera incapaz y subordinado a intereses ajenos.
“Activaremos todos los recursos de los que disponemos para revertir esta situación", sostuvo Manzano, insistiendo en la desinformación que ronda el aumento de la plantilla que se anuncia desde Hunosa. Critica que debería ser la propia empresa la que aclare qué tipo de contrataciones se planean, dado que podría resultar contradictorio y difícil de justificar en un contexto de liquidación inminente sin alternativas para sus trabajadores.
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