Asturias, la tierra del queso Cabrales y la sidra, también alberga una gran cantidad de pueblos que han preservado las antiguas tradiciones artesanales de la región. La artesanía asturiana es reconocida mundialmente por su calidad y autenticidad, y conocer sus secretos puede ser una experiencia enriquecedora.
Cudillero, un pintoresco pueblo costero, es conocido por sus astilleros donde se construyen barcos de forma tradicional. También es famoso por su cerámica, que se elabora a mano con técnicas ancestrales. Los visitantes pueden contemplar los talleres de cerámica y barcos, y adquirir productos únicos.
En Taramundi, un pueblo rodeado de montañas, la tradición artesanal se concentra en la elaboración de objetos en madera y hierro forjado. Los cuchillos de Taramundi, hechos a mano con técnicas que vienen de la Edad Media, son deliciosamente afilados y cuentan con diseños propios.
Cangas del Narcea es un enclave privilegiado en la que las costumbres artesanales se han mantenido inalteradas desde la Edad Media. La cestería, la alfarería y la elaboración de mantas, son formas de arte que todavía se practican en el pueblo y que son dignas de conocer.
El queso asturiano es mundialmente conocido y se produce en todo el Principado. Las variedades más populares son el Cabrales y el Gamonéu, pero también hay otros que merecen la pena ser probados, como el Afuega'l Pitu o el Vidiago.
La sidra es una bebida alcohólica tradicional asturiana que se elabora con manzanas. Es un proceso largo y artesanal, que incluye la recolección de las manzanas, su lavado y prensado, la fermentación y la maduración. La sidra se consume en sidrerías, y la forma tradicional de servirla es desde una gran botella situada en lo alto de la cabeza del camarero.
Otro producto artesanal con una gran tradición en Asturias es la producción de telas y tejidos. En muchas localidades asturianas se encuentran talleres en los que se tejen a mano tapices, alfombras y otros productos textiles.
La artesanía asturiana es una muestra de la pasión y el amor por la tradición. Los pueblos asturianos son una muestra de que estas técnicas se han mantenido intactas a través de los siglos y que hoy siguen sorprendiendo al mundo con productos únicos y de gran calidad.