En Asturias, la religión católica juega un papel fundamental en su historia y cultura. Por este motivo, podemos encontrar una gran cantidad de iglesias, ermitas y monasterios por toda la geografía asturiana. En este artículo vamos a conocer algunas de las iglesias más peculiares y con mayor atractivo turístico de Asturias.
Iglesia de San Juan de Priorio
La primera parada en nuestra ruta por las iglesias asturianas más peculiares es la iglesia de San Juan de Priorio, ubicada en la parroquia de Las Caldas, en el concejo de Oviedo. Se trata de una iglesia prerrománica que data del siglo IX y que fue construida con un estilo arquitectónico mozárabe.
La iglesia de San Juan de Priorio destaca por su planta de cruz latina, su ábside semicircular y su decoración con motivos geométricos y vegetales. Además, en su interior podemos encontrar un conjunto de pinturas murales del siglo XVIII que representan escenas religiosas y alegóricas.
Iglesia de San Antolín de Bedón
La iglesia de San Antolín de Bedón se encuentra en la localidad de Cangas de Onís y es considerada una de las joyas del arte románico asturiano. Fue construida en el siglo XI y destaca por su planta rectangular con tres naves, su ábside semicircular y su torre campanario.
En su interior, podemos encontrar una serie de frescos que datan del siglo XII y que representan escenas bíblicas y de la vida de San Antolín. También cuenta con una impresionante colección de capiteles decorados con motivos figurativos y vegetales.
Iglesia de Santa María del Naranco
La iglesia de Santa María del Naranco es uno de los monumentos más representativos del arte prerrománico asturiano y está situada a las afueras de Oviedo. Fue construida en el siglo IX como una sala de recepción para la corte del rey Ramiro I y posteriormente se convirtió en una iglesia.
La iglesia de Santa María del Naranco destaca por su planta rectangular con ábside semicircular y su decoración con arcos de herradura y motivos decorativos geométricos y vegetales. En su interior, podemos encontrar una serie de pinturas murales al fresco que datan del siglo XI y que representan escenas religiosas y de caza.
Iglesia de San Miguel de Lillo
La iglesia de San Miguel de Lillo se encuentra en las afueras de Oviedo y es considerada otro de los monumentos más destacados del arte prerrománico asturiano. Fue construida en el siglo IX como una capilla palatina para la corte del rey Ramiro I y posteriormente se convirtió en una iglesia.
La iglesia de San Miguel de Lillo destaca por su planta rectangular con ábside semicircular y su decoración con arcos de herradura, columnas y capiteles decorados con motivos figurativos y vegetales. En su interior, podemos encontrar una serie de pinturas murales al fresco del siglo X que representan escenas religiosas y la vida de San Miguel.
Iglesia de Santa Cristina de Lena
La última parada en nuestra ruta por las iglesias asturianas más peculiares es la iglesia de Santa Cristina de Lena, ubicada en el concejo de Lena. Es considerada uno de los máximos exponentes del arte prerrománico asturiano y fue construida en el siglo IX.
La iglesia de Santa Cristina de Lena destaca por su planta rectangular con ábside semicircular y su decoración con arcos de herradura, columnas y capiteles decorados con motivos figurativos y vegetales. En su interior, podemos encontrar una serie de pinturas murales al fresco del siglo X que representan escenas religiosas y simbólicas.
En definitiva, la ruta por las iglesias asturianas más peculiares nos lleva a conocer algunos de los monumentos más destacados del arte prerrománico asturiano. Son lugares que nos permiten viajar en el tiempo y conocer de cerca la historia y la cultura de Asturias.