24h Asturias.

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El inicio de la Edad de Hierro en Asturias

La Edad de Hierro es una etapa fundamental en la historia de la humanidad, marcando el inicio de la metalurgia del hierro y un avance significativo en el desarrollo tecnológico de las sociedades. En el caso de Asturias, en el norte de España, la llegada de la Edad de Hierro trajo consigo importantes cambios en la vida de sus habitantes, que pasaron de utilizar principalmente el bronce a emplear el hierro en la fabricación de herramientas, armas y otros objetos.

El periodo prerromano en Asturias

Antes de la llegada de la Edad de Hierro, Asturias estaba habitada por diferentes pueblos prerromanos, como los astures, los cántabros y los célticos. Estas tribus tenían una economía basada en la agricultura, la ganadería y el comercio, y se organizaban en pequeñas comunidades lideradas por jefes y guerreros. Su principal material para la fabricación de herramientas y armas era el bronce, obtenido a través de la metalurgia.

Los primeros indicios de la Edad de Hierro en Asturias

Los primeros indicios de la llegada de la Edad de Hierro a Asturias se remontan al primer milenio a.C., cuando comienzan a aparecer en la región objetos de hierro como armas, herramientas, joyas y elementos de adorno. Estos objetos, de mayor resistencia y durabilidad que los de bronce, supusieron un avance significativo en la tecnología de la época y permitieron a las tribus astures mejorar su calidad de vida y su capacidad de defensa.

  • La introducción del hierro en Asturias no fue un proceso sencillo ni rápido, ya que implicaba la adopción de nuevas técnicas metalúrgicas y la adaptación a un material más difícil de trabajar que el bronce. Sin embargo, la riqueza de los yacimientos de mineral de hierro en la región facilitó la transición y permitió que los astures se convirtieran en expertos en la producción y manejo del hierro.
  • Además del hierro, la llegada de la Edad de Hierro a Asturias trajo consigo cambios en otros aspectos de la vida de las tribus prerromanas, como la organización social, la religión y la arquitectura. Se construyeron fortificaciones y castros defensivos para protegerse de posibles invasiones y se desarrollaron nuevos rituales y ceremonias vinculados al culto de los dioses.

La influencia de la cultura celta en la Edad de Hierro asturiana

Uno de los aspectos más interesantes de la Edad de Hierro en Asturias es la influencia de la cultura celta en la región. Los celtas, un pueblo de origen indoeuropeo que habitaba principalmente en Europa central y occidental, se establecieron en Asturias durante este periodo y dejaron una profunda huella en la cultura material y espiritual de las tribus astures.

Los castros celtas en Asturias

Los celtas construyeron numerosos asentamientos fortificados en Asturias, conocidos como castros, que se caracterizaban por su ubicación estratégica en lugares elevados y de difícil acceso. Estos castros servían como centros de poder político, económico y religioso, y estaban habitados por comunidades organizadas en clanes familiares o tribus. En su interior se encontraban viviendas, talleres, graneros, templos y otros edificios destinados a diferentes funciones.

  • La presencia de los celtas en Asturias también se manifestó en aspectos como la lengua, la cultura material y la religión. Se han encontrado inscripciones en escritura celtibérica en algunos objetos de la época, así como elementos decorativos y simbólicos típicos de la iconografía celta, como motivos geométricos, zoomorfos y antropomorfos.
  • Asimismo, la religión celta tuvo un importante papel en la vida de las tribus astures durante la Edad de Hierro, con la adoración de dioses y diosas vinculados a la naturaleza, la fertilidad y la guerra. Los rituales religiosos se celebraban en lugares sagrados como bosques, ríos y montañas, donde se realizaban ofrendas y sacrificios para aplacar la ira de los dioses y asegurar la protección y el bienestar de la comunidad.

La expansión romana y el fin de la Edad de Hierro en Asturias

La llegada de los romanos a la península ibérica en el siglo III a.C. supuso el inicio de la conquista de Asturias y el fin de la Edad de Hierro en la región. A pesar de la resistencia de las tribus astures, que se enfrentaron a las legiones romanas en numerosas batallas, la superioridad militar y tecnológica de Roma acabó por imponerse y someter a los astures al dominio romano.

La romanización de Asturias

Con la llegada de los romanos, Asturias experimentó un proceso de romanización que transformó profundamente su cultura, su economía y su organización social. Se construyeron ciudades, calzadas, acueductos y otras infraestructuras, se introdujeron nuevas técnicas agrícolas y artesanales, y se adoptaron costumbres y creencias romanas. La sociedad asturiana se integró en el Imperio Romano y se produjo una fusión de elementos celtas, prerromanos y romanos en la vida cotidiana.

  • La romanización de Asturias también se reflejó en la arquitectura, la escultura, la cerámica y otros aspectos de la cultura material, que adoptaron formas y estilos propios del arte romano. Las villas romanas, los templos, los teatros y los anfiteatros se convirtieron en símbolos del poder y la presencia romana en la región, y contribuyeron a la difusión de la cultura romana entre los astures.
  • A pesar de la influencia romana, Asturias conservó elementos de su identidad celta y prerromana, que se mantuvieron vivos en la memoria colectiva de sus habitantes y en prácticas culturales como la música, la danza y la gastronomía. La resistencia frente a la asimilación romana se manifestó en rebeliones y sublevaciones de los astures, que defendieron con bravura su libertad y su autonomía frente al dominio extranjero.

En conclusión, la Edad de Hierro en Asturias marcó un periodo de transición y cambio en la historia de la región, que se vio influenciada por la llegada del hierro, la presencia de los celtas y la conquista romana. Estos acontecimientos dejaron una profunda huella en la cultura, la economía y la sociedad asturiana, y contribuyeron a configurar la identidad histórica y cultural de Asturias como tierra de contrastes y diversidad.