La monarquía asturiana es un periodo crucial en la historia de España, ya que marcó el comienzo de la Reconquista y sentó las bases para la formación de lo que hoy conocemos como el Reino de España. En este artículo, exploraremos el legado de la monarquía asturiana y su impacto en la historia del país.
La monarquía asturiana tuvo su origen en el año 718, cuando el príncipe Don Pelayo se proclamó rey en la batalla de Covadonga. Este fue un momento crucial en la historia de España, ya que marcó el comienzo de la resistencia cristiana contra la invasión musulmana. A partir de este momento, la monarquía asturiana se consolidó como una fuerza política y militar en la región de Asturias.
Tras la victoria en Covadonga, Don Pelayo se dedicó a consolidar su reino en un territorio cada vez más amplio. Durante su reinado, se fortificaron las ciudades y se establecieron alianzas con otros reinos cristianos en la península. Este período de consolidación permitió que la monarquía asturiana se convirtiera en una fuerza política estable en la región.
La monarquía asturiana continuó su expansión bajo el reinado de Alfonso I, quien conquistó territorios en el norte de la península y estableció la ciudad de Oviedo como la capital del reino. Estas conquistas no solo ampliaron el territorio de la monarquía asturiana, sino que también fortalecieron su posición como un poder político en la región.
Uno de los monarcas más destacados de la monarquía asturiana fue Alfonso II, conocido como el "Caudillo". Durante su reinado, se construyó la iglesia de San Julián de los Prados en Oviedo, que se considera una de las primeras muestras del arte asturiano. Además, Alfonso II promovió el culto a Santiago Apóstol y la peregrinación a Santiago de Compostela, sentando las bases para el desarrollo del Camino de Santiago.
La monarquía asturiana llegó a su fin en el año 910, con la muerte de Alfonso III. A partir de este momento, el reino asturiano se dividió en varios reinos independientes, dando paso al surgimiento de lo que serían los reinos de León, Castilla y Aragón. A pesar de su fin, el legado de la monarquía asturiana perduró en la historia de España y su influencia se puede observar en la actualidad.
A lo largo de este artículo, hemos explorado el legado de la monarquía asturiana en la historia de España. Desde sus humildes orígenes en Covadonga hasta su expansión bajo monarcas como Alfonso I y Alfonso II, la monarquía asturiana dejó una huella imborrable en la historia de la península ibérica. A pesar de su fin en el siglo X, su influencia perduró a lo largo de los siglos y sigue siendo parte importante del patrimonio cultural de España.