La provincia de Asturias vivió tiempos turbulentos durante la Guerra Civil Española, que tuvo lugar entre 1936 y 1939. Durante este conflicto, se produjeron intensos enfrentamientos entre los partidarios de la República y los partidarios del bando nacional, liderado por el general Franco. Asturias se convirtió en un importante bastión republicano, lo que generó una fuerte represión por parte de las fuerzas franquistas una vez finalizada la guerra.
La represión en Asturias durante la postguerra fue especialmente dura. Se llevaron a cabo fusilamientos masivos, detenciones arbitrarias, torturas y desapariciones forzadas. Muchos asturianos fueron perseguidos por sus ideas políticas o por su pertenencia a sindicatos o partidos de izquierda.
Uno de los episodios más oscuros de la represión en Asturias fue la construcción del Valle de los Caídos, un monumento en honor a los caídos durante la guerra civil que se erigió con mano de obra presa, incluyendo a muchos asturianos que fueron obligados a trabajar en condiciones infrahumanas.
A pesar de la represión, en Asturias también hubo muestras de resistencia y lucha contra el régimen franquista. Grupos de guerrilleros se organizaron en las montañas asturianas y llevaron a cabo acciones de sabotaje contra las fuerzas franquistas. Estos guerrilleros, conocidos como "maquis", mantuvieron viva la llama de la resistencia durante años después de finalizada la guerra.
La memoria de la guerra civil y la represión franquista sigue viva en Asturias hasta el día de hoy. Muchas familias conservan historias de desaparecidos, fusilados o exiliados, y se organizan actos conmemorativos para recordar a las víctimas y reivindicar su memoria. La memoria de la guerra en Asturias es una memoria dolorosa, pero también una memoria de resistencia y lucha por la justicia.
La guerra civil y la represión franquista dejaron una profunda huella en la sociedad asturiana. Muchas familias fueron divididas, muchas personas se vieron obligadas a exiliarse y la represión dejó secuelas psicológicas en una generación entera. La memoria de la guerra sigue presente en el imaginario colectivo asturiano, alimentando la lucha por la memoria histórica y la reparación de las víctimas.
En las últimas décadas, se han llevado a cabo numerosas iniciativas para reconstruir la memoria histórica en Asturias. Se han realizado excavaciones en fosas comunes, se han erigido monumentos en memoria de las víctimas y se han organizado encuentros para recuperar testimonios de sobrevivientes. Estas iniciativas buscan dar voz a quienes fueron silenciados durante tanto tiempo y construir un relato histórico más inclusivo y veraz.
La memoria de la guerra en Asturias de postguerra es un tema complejo y doloroso, pero también es una memoria de lucha y resistencia. Reconstruir esa memoria y dar voz a las víctimas es un acto de justicia y un paso fundamental en la construcción de una sociedad más justa y democrática. Mantener viva la memoria de la guerra civil en Asturias es un compromiso con la verdad y con la defensa de los derechos humanos.