OVIEDO, 2 de noviembre.

Durante el año 2024, las Brigadas de Investigación de Incendios Forestales del Principado de Asturias (Bripas) llevaron a cabo 86 investigaciones relacionadas con incendios, abarcando una impresionante superficie de 2.247,01 hectáreas afectadas, lo que representa aproximadamente el 62,51% del total de tierras quemadas en la región durante ese año.

De las áreas analizadas, un alarmante 79% de los incendios fueron causados de manera intencionada. El 13,95% se atribuyó a negligencias y eventos accidentales, mientras que el 4,65% fueron provocados por descargas eléctricas de rayos; en un 1,16% de los casos, la causa específica del incendio no pudo ser identificada. Esta información se encuentra detallada en el Plan Anual de Prevención, Vigilancia y Extinción de Incendios Forestales del Principado de Asturias para la campaña 2025-2026, según ha reportado Europa Press.

Al desglosar las motivaciones detrás de los incendios provocados, se identificaron ocho categorías principales. La mayor parte corresponde a incendios generados por prácticas agrícolas, donde el 33,72% de los casos se iniciaron con quemas que se dejaron arder. Los pastores y ganaderos que queman para promover el crecimiento de pasto fueron responsables del 29%. Un pequeño porcentaje, del 4,65%, se clasifica como "motivación desconocida".

Las motivaciones menos frecuentes incluyen: incendios generados por agricultores que buscaban deshacerse de matorrales y residuos, así como aquellos provocados para limpiar áreas específicas o por vandalismo, con cada una de estas causas representando un 1,16% de los casos.

Más notablemente, en 2024, las quemas realizadas durante actividades agrarias que luego se salieron de control en terrenos forestales fueron las responsables de la mayor parte de los incendios intencionados. Esta tendencia mostró un aumento dramático en comparación con años anteriores, donde estas causas representaban menos del 5%, alcanzando exponencialmente un 40,94% de la superficie quemada en 2024.