OVIEDO, 7 de julio.

La Coordinadora Ecoloxista d'Asturies está lista para presentar sus oposiciones a la construcción de un parque de baterías en el área urbana del concejo de Grado. Esta decisión surge tras el sorpresivo traslado del proyecto, que inicialmente se había propuesto en una zona rural más alejada.

El nuevo sitio, que ocupa 601 metros cuadrados y se encuentra en medio de un entorno residencial y comercial, albergará cinco contenedores de almacenamiento. Aunque la potencia sigue siendo idéntica a la del plan original, se ha reducido tanto la inversión como el número de unidades, pasando de once a solo cinco.

De acuerdo con la Coordinadora, esta instalación se situaría a escasos 102 metros de la vivienda más próxima, lo que infringiría el decreto autonómico que estipula una distancia mínima de seguridad de 1.000 metros respecto a viviendas y 500 a explotaciones ganaderas.

El colectivo ecologista subraya los peligros que estas infraestructuras pueden representar tanto para la salud humana como para el medio ambiente. Alertan sobre la exposición a campos electromagnéticos y los riesgos asociados en caso de incidentes como fugas térmicas o incendios, que podrían desembocar en enfermedades graves, incluyendo leucemia y diferentes tipos de cáncer.

Asimismo, la organización critica la opacidad del Gobierno asturiano, que ha reconocido la existencia de 170 proyectos de parques de baterías, aunque solo ha difundido información sobre 70 de ellos al público.

En todo Asturias, especialmente en más de una veintena de concejos, se están procesando proyectos similares. Entre ellos destacan Oviedo (11), Gijón (7), Siero (4), Mieres (4) y Avilés (3), así como otros municipios como Cangas de Onís y Villaviciosa. La mayoría de estas iniciativas se implantan en terrenos agrícolas.

La Coordinadora exige una normativa específica que limite la expansión de estas instalaciones a zonas industriales alejadas de áreas residenciales y critica que el Gobierno regional aún no haya publicado las guías que regularán su establecimiento. Hasta el momento, solo un puñado de proyectos han sido revisados o detenidos tras las alegaciones de los vecinos, mientras que la mayoría sigue avanzando en el proceso burocrático.