Roqueñí ve en los nuevos Certificados de Ahorro Energético una vía para avanzar en la descarbonización.
En un contexto de creciente atención hacia la sostenibilidad industrial, la consejera de Transición Energética, Industria y Desarrollo Económico de Asturias, Nieves Roqueñí, ha presentado este lunes lo que considera una oportunidad valiosa para las empresas de la región. Se trata del nuevo sistema de Certificados de Ahorro Energético (CAES), que, según su valoración, no solo contribuye a alcanzar los objetivos de ahorro energético establecidos por la Unión Europea, sino que también ofrece beneficios económicos adicionales al tejido empresarial asturiano.
Durante la inauguración de una jornada sobre los CAES, organizada por el Colegio de Ingenieros Industriales del Principado en colaboración con Iberdrola, la consejera explicó el funcionamiento de este mecanismo destinado a promover la eficiencia energética. Este sistema se suma a otras iniciativas como el Perte de Descarbonización y las ayudas para la implementación de nuevas tecnologías de ahorro energético en la región.
El Gobierno autonómico ha destacado que los CAES están conectados con el Fondo Nacional de Eficiencia Energética y permiten a las empresas "monetizar los ahorros energéticos", recuperando así parte de los costos derivados de las inversiones realizadas en mejoras de eficiencia. Esta herramienta se presenta como una vía rápida y efectiva para fomentar acciones que aborden la emergencia climática actual.
Nieves Roqueñí subrayó, además, la relevancia del sector industrial en Asturias, que representa el 67% del consumo energético total de la comunidad y un 65% de la energía eléctrica utilizada en la región, generando a su vez un 37% de las emisiones de gases de efecto invernadero. Esta situación resalta la importancia de avanzar en la descarbonización y en la adopción de prácticas más sostenibles en el sector.
La consejera también hizo hincapié en las gestiones de su departamento, que ha manejado 72 millones de euros en fondos del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), lo que ha propiciado inversiones que rondan los 400 millones de euros en empresas asturianas. Además, recordó que se han aportado cerca de 5 millones de euros en ayudas para fomentar el uso de biomasa, sistemas geotérmicos para producir energía térmica y el aprovechamiento energético de biogás.
Respecto al proceso de descarbonización que lleva a cabo ArcelorMittal, la consejera destacó que la empresa ya ha comenzado sus inversiones en Asturias con la instalación de un horno de arco eléctrico en Gijón. En este sentido, Roqueñí afirmó que “por el momento no ha descartado ninguna inversión, y todos los proyectos están encima de la mesa”. Esta declaración sugiere que la compañía evalúa continuamente sus opciones para avanzar hacia una producción más limpia y eficiente.
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