Sindicatos reclaman un mediador efectivo para solucionar la crisis educativa tras la salida de Espina.

OVIEDO, 2 de junio. En un clima de tensión y expectativas, los sindicatos educativos de Asturias —ANPE, CCOO, SUATEA, UGT y CSIF— se reunieron este lunes en su quinto día de huelga. La manifestación, que tuvo lugar tras la reciente renuncia de la consejera de Educación, Lidia Espina, desafía a un gobierno que navega en la incertidumbre sobre cómo se llevará a cabo la negociación programada para las 16:00 horas. Las organizaciones exigen que la mediación sea liderada por figuras con la suficiente "capacidad ejecutiva y de toma de decisiones" para abordar el conflicto que ha estado latente en el sector educativo.
La movilización se produjo justo un día después de que cerca de 30,000 personas se manifestaran en Oviedo en favor de la educación pública, destacando la vitalidad del movimiento. A pesar de esta amplia participación, los sindicatos expresaron su preocupación por la falta de claridad sobre quién representaría al gobierno en la mesa de negociación. Aunque se mencionó que la vicepresidenta del Gobierno, Gimena Llamedo, y el consejero de Hacienda, Guillermo Peláez, podrían ser los designados, la incertidumbre persiste.
Jorge Caro, presidente del Sector de Educación de CSIF, hizo hincapié en que el verdadero problema no es quién asuma la negociación, sino que esa persona tenga la "capacitación necesaria para representar los intereses de los docentes". Caro criticó a aquellos que pueden ser considerados como "subalternos" sin la autoridad para sentarse en una mesa de negociación efectiva.
En cuanto a la dimisión de Espina, Caro la contextualizó afirmando que, tras la "desautorización" pública del presidente del Principado, Adrián Barbón, la exconsejera "quedó sin opciones". Refiriéndose a la situación, reiteró que ella no era una mediadora confiable.
Por su parte, Gumersindo Rodríguez, presidente de ANPE, sugirió que el liderazgo de estas negociaciones debería recaer en el propio Barbón, enfatizando que necesita ser alguien con "conocimiento y capacidad para decidir". Rodríguez reiteró que lo más importante no es el nombre del interlocutor, sino su habilidad para resolver los problemas que enfrentan los educadores.
Borja Llorente, secretario general del Sindicato de Enseñanza de CCOO de Asturias, consideró que la renuncia de Espina era imprescindible, apuntando a su falta de habilidad para enfrentar un "conflicto que se podría haber evitado". No obstante, advirtió que este cambio no soluciona automáticamente los problemas existentes.
Los sindicatos han dejado en claro que el nombre del futuro interlocutor no es lo que les preocupa, sino la presencia de un verdadero deseo de negociaciones genuinas. Están demandando "una partida económica adecuada y una actitud colaborativa" por parte del gobierno.
Cristóbal Puente, secretario general de UGT en el ámbito educativo, subrayó que más allá de los cargos, lo importante es la "competencia" de quienes dirijan las negociaciones. "Esperamos que quien esté al otro lado tenga empatía con el profesorado asturiano y traiga un plan real y alcanzable sobre la mesa", expresó.
El secretario de SUATEA, Miguel Laria, se unió a las voces que exigen que la gestión del conflicto recaiga en Barbón, argumentando que la situación había superado a la consejera antes de su dimisión. "No hay tiempo que cure todo, esta situación está estancada y necesitamos una solución inmediata", advirtió.
Respecto a la posibilidad de que Llamedo y Peláez asuman las negociaciones, los representantes sindicales señalaron que dependerá de los poderes que les delegue el presidente. Mientras tanto, los sindicatos continúan en cese de actividades, demandando "una respuesta seria" del Gobierno regional, con un seguimiento de más del 70% en Secundaria y una tasa estable en Primaria este lunes.
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