OVIEDO, 24 de septiembre. Las autoridades judiciales del Principado de Asturias están abordando un caso alarmante en el que un hombre ha sido acusado de un intento de homicidio que involucra un arma inusitada: una motosierra. Se han solicitado ocho años de prisión y un periodo de 13 años de alejamiento del perjudicado, que es su cuñado.

El enjuiciado ha estado inmerso en un conflicto prolongado con su cuñado, lo que ya lo llevó a ser condenado anteriormente por amenazas graves, también en relación con la misma motosierra, en un suceso ocurrido en julio de 2024. Este contexto de animosidad exacerbó la situación durante el verano, culminando en un encuentro violento en Peñamellera Alta.

Según los informes de la Fiscalía, el 24 de agosto de 2024, el acusado tomó una motosierra de su hogar y, tras asegurarse de que funcionara, dirigió su vehículo a gran velocidad hacia un camino agrícola donde se encontraba su cuñado. Al llegar, bloqueó su paso, descendió del coche y se dirigió hacia él con la motosierra encendida, lanzando amenazas de muerte que dejaron en shock a su víctima.

En un ataque desenfrenado, el individuo logró asestar un corte a su cuñado, impactando en el cuello y el torso y causando lesiones que pusieron en grave peligro su vida. A pesar de la brutalidad del ataque, la víctima logró encontrar refugio a unos 200 metros en un bar cercano, donde logró recibir atención médica oportuna que evitó lo que pudo haber sido una tragedia aún mayor.

El agresor se mantuvo en paradero desconocido tras el incidente hasta que fue arrestado a la mañana siguiente cerca de su casa, presentando contusiones en el rostro que no han sido corroboradas como resultado de un enfrentamiento con la víctima. Desde su captura, el hombre ha permanecido en prisión provisional sin posibilidad de fianza.

La Fiscalía ha calificado los hechos como un intento de homicidio y ha solicitado no solo la prisión, sino también la prohibición de acercarse a su cuñado o de comunicarse con él durante 13 años. Además, se busca que el acusado sea responsable de indemnizar a su víctima con 33.000 euros, una cantidad que refleja los daños y sufrimientos ocasionados en este grave episodio de violencia.