OVIEDO, 17 de diciembre.

Un notable ejemplo de acción rápida y efectiva se vivió en Oviedo el pasado lunes, donde dos agentes de la Policía Nacional respondieron a una situación inusual y crítica: una mujer estaba dando a luz de manera imprevista en los baños del Centro Cívico de la ciudad.

La intervención policial se inició alrededor de las 20.30 horas, cuando una llamada de emergencia alertó sobre el difícil momento que atravesaba una mujer en el interior de los aseos. Al llegar, los agentes encontraron a una madre de aproximadamente 30 años que experimentaba claras señales de angustia y dolor, acompañada por su pequeña hija de tres años y el recién nacido, quien aún estaba conectado a ella por el cordón umbilical.

Previo a la llegada de la policía, otra joven que se encontraba en las cercanías escuchó los gritos de la niña y, tras percibir la situación caótica, logró liberar la puerta del baño, que estaba obstruida por el peso de la madre en pleno trabajo de parto.

Al entrar, los agentes se encontraron con el recién nacido incapaz de respirar. Sin dudarlo, comenzaron a realizar maniobras de reanimación para despejar sus vías respiratorias. En cuestión de momentos, el bebé empezó a responder, llorando por primera vez y siendo colocado sobre el pecho de su madre en un acto que simbolizaba tanto la vida como la esperanza.

Durante toda la operación, los policías mantuvieron una comunicación constante con los servicios de emergencia, asegurándose de que la ayuda médica llegara lo más rápido posible. Una vez que el soporte vital avanzado arribó al lugar, el personal sanitario asumió la atención de la madre y su bebé, trasladándolos al Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), donde ambos se encuentran actualmente en un estado óptimo, a la espera de recibir el alta. Mientras tanto, la pequeña de tres años fue entregada a su padre, quien llegó rápidamente desde su trabajo al enterarse de la situación de su familia.