En un giro significativo de los acontecimientos, el Sindicato de Accionistas Minoritarios (SAM) de Duro Felguera ha decidido expresar su desacuerdo total al anunciar que votará en contra de todos los puntos del orden del día en la próxima junta general, programada para el 27 de junio. Este evento se desarrolla en un contexto tenso para la empresa, que ha visto cómo su situación financiera se ha complicado ante la necesidad de una ampliación del preconcurso de acreedores hasta finales de julio.

La junta coincidirá con el anuncio del expediente de regulación de empleo (ERE) que afectará a parte del personal de Duro Felguera, lo que se suma a la reciente reestructuración financiera que busca aliviar la carga de la deuda. A pesar de que la compañía ha logrado llegar a un acuerdo con la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) para redefinir su situación, la incertidumbre persiste en torno a cuántos de los 699 empleados se verán finalmente involucrados en el ERE.

El consejo de administración de Duro Felguera tendrá la potestad de cooptar nuevos miembros en su estructura, lo que podría alterar el panorama directivo de la empresa. Esta modificación llega después de la dimisión de Jaime Argüelles, su anterior consejero delegado, en noviembre de 2024, un evento que forzó cambios en la presidencia y vicepresidencia de la firma. Así, Eduardo Espinosa ha tomado el timón, dejando a su predecesor, Jaime Isita, como nuevo vicepresidente.

En medio de este clima de cambio, Duro Felguera celebrará la aprobación de su informe anual de remuneraciones y sus cuentas trimestrales de 2024. El escenario, sin embargo, no es alentador: la empresa ha registrado pérdidas de 98,3 millones de euros, aumentando el déficit en un 36% comparado con el periodo anterior. Esta situación ha llevado al SAM a cuestionar enérgicamente las decisiones que se tomen en la junta.

Por otro lado, si bien algunas subsidiarias de Duro Felguera se verán afectadas por el ERE, otras compañías del grupo, como DF Calderería Pesada, no sufrirán recortes de personal debido a su inminente venta a Indra, asegurando el empleo de 156 trabajadores de esa planta. Este acuerdo representa una pequeña luz en el oscuro panorama de reestructuración de la empresa.

En cuanto al proceso de preconcurso, el juzgado de Gijón ha autorizado a Duro Felguera a extender su situación hasta el 31 de julio, ampliando así el tiempo necesario para negociar con sus acreedores. Esta decisión se ha logrado gracias al consenso de los principales bancos involucrados, que representan más de dos tercios de los créditos necesarios para la reestructuración.

Este viernes, la comunidad de accionistas y empleados estará en el centro de un intenso debate sobre el futuro de Duro Felguera, donde tanto el sindicalismo de los minoritarios como la dirección tendrán que lidiar con los desafíos que se plantean en este período crucial para la firma asturiana.