OVIEDO, 6 de septiembre.

El presidente del Principado de Asturias, Adrián Barbón, ha hecho un enérgico llamado a la comunidad internacional respecto a la crisis en Gaza, señalando las acciones del Estado de Israel como un claro “genocidio”. Durante su intervención, Barbón lamentó que ya se hayan contabilizado 80.000 muertes, entre las cuales más de 20.000 son niños y niñas, y subrayó la urgencia de que la Unión Europea tome una postura firme ante esta grave situación.

Con una trayectoria de años dedicados al estudio y defensa de los derechos humanos, Barbón afirmó tener un fundamento ético para criticar las acciones del Gobierno israelí. “Lo que está ocurriendo es un genocidio. La comunidad internacional debe actuar decididamente para frenar esta barbarie”, resaltó, insistiendo en la necesidad de una condena clara por parte de organismos europeos.

En un encuentro en Colunga, el presidente asturiano defendió su postura con un marcado sentido de coherencia, un principio que considera escaso en el ámbito político. “Si en su momento condené el atentado de Hamás, ahora tengo el derecho de calificar lo que sucede en Gaza como genocidio”, señaló, haciendo un paralelo con su reacción ante la invasión rusa de Ucrania, la cual calificó de agresión injustificable.

Barbón también enfatizó la diferencia entre el pueblo judío y el actual gobierno de Israel, recordando su participación en actos de conmemoración del Holocausto. “Mi crítica no va dirigida contra el pueblo de Israel, sino contra su gobierno y sus políticas. Es esencial distinguir entre ambos”, afirmó, mostrando su profundo rechazo a la situación actual en la región.

El presidente expresó su apoyo a las movilizaciones pacíficas que están surgiendo, reconociendo que estas reflejan el sentir de la mayoría de los asturianos que se levantan contra la injusticia. “Pensar en la pérdida de 20.000 vidas infantiles es devastador y profundamente angustiante”, manifestó, poniendo de relieve la dimensión humanitaria del conflicto.

Para concluir, Barbón reafirmó su compromiso de condenar todo tipo de dictaduras y regímenes autoritarios, subrayando su responsabilidad de criticar tanto a Rusia como a Israel desde una visión de coherencia y defensa de los derechos humanos.