La Delegación del Gobierno condena la violencia vicaria tras el trágico asesinato de un niño de dos años en Jaén.
OVIEDO, 2 de diciembre. En un acto conmovedor y significativo, la Delegación del Gobierno en Asturias ha expresado su firme rechazo a la violencia vicaria a través de un minuto de silencio en memoria de un bebé de tan solo dos años que perdió la vida en un trágico asesinato en Jaén.
La lectura del manifiesto estuvo a cargo de Teresa Domínguez, jefa de la Unidad de Coordinación contra la Violencia contra la Mujer. En su discurso, compartió el mensaje del Ministerio de Igualdad, que fue respaldado por las delegaciones del Gobierno de España y las direcciones insulares de la Administración General del Estado. En él, se extendió el pésame a los familiares del pequeño y se expresó una condena inequívoca hacia el crimen de violencia de género, especificando que este horrendo acto ocurrió el pasado jueves 28 de noviembre de 2024.
Domínguez subrayó lo alarmante de la situación al afirmar que, con este desgarrador asesinato, ya son nueve los niños asesinados por sus padres o por las parejas o exparejas de sus madres, un acto deliberado para infligir el mayor sufrimiento posible a las mujeres afectadas.
La representante también hizo un llamado a la reflexión al recordar que desde el año 2013, han sido 62 los menores que han perdido la vida a causa de la violencia de género perpetrada contra sus madres, de los cuales dos, Ahmed y Sara, fueron asesinados en Asturias hace una década. En lo que va de 2024, se contabilizan 42 mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas, dejando a 32 menores huérfanos.
En su intervención, Domínguez enfatizó que en una sociedad democrática no puede haber lugar para tolerar ninguna forma de violencia contra las mujeres simplemente por su condición de serlo. Resaltó que la violencia machista no es un fenómeno aislado, sino una violencia estructural que se nutre de la discriminación sexista, la desigualdad y un desequilibrio en las dinámicas de poder entre hombres y mujeres.
Asimismo, destacó que esta violencia no solo atenta contra las mujeres, sino que también vulnera sus derechos fundamentales a la vida, la libertad, la integridad física y moral, la igualdad y la dignidad.
Frente a los discursos negacionistas que intentan minimizar la violencia machista, Domínguez hizo hincapié en la necesidad de permanecer firmes y unidos en la lucha por una sociedad más justa e igualitaria, libre de violencia contra las mujeres. Así, formuló un llamado a todos los niveles de instituciones y a la sociedad en su conjunto para mantener el compromiso en esta lucha colectiva y solidaria.
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