
OVIEDO, 18 de octubre.
Un importante despliegue de la Policía Nacional, con la colaboración de Interpol y las autoridades colombianas, ha llevado a la desarticulación de una red criminal dedicada a la explotación sexual a través de la trata de personas. En este operativo, se han liberado a ocho mujeres que eran sometidas a prostitución en pisos destinados a tal fin en Oviedo.
Las investigaciones revelan que estas mujeres, originarias de varios países sudamericanos, fueron atraídas a España con promesas de trabajo engañosas. Una vez en suelo español, se les informaba de una supuesta de deuda de 6.000 euros, que debían saldar ejerciendo la prostitución de manera indefinida, 24/7.
En total, se han arrestado a cinco individuos, dos de ellos en Oviedo y tres más en Madrid, incluyendo al líder de la organización, quien ha sido puesto bajo custodia judicial, junto a otro detenido.
El despliegue policial, que se inició en marzo de 2025 tras los testimonios de dos valientes denuncias de mujeres que habían sufrido explotación, puso al descubierto una red “meticulosamente organizada” que operaba entre Madrid y Oviedo. Estas denunciantes ofrecieron información clave sobre cómo la organización captaba a sus víctimas a través de engaños, aprovechándose de su vulnerabilidad económica.
Una vez lograda la conexión, la organización hacía la gestión completa del traslado a España, incluyendo la obtención de pasaportes y billetes de avión. Al llegar, las mujeres eran sometidas a un panorama desolador: se les decía que su vida se regía por una deuda ficticia de 6.000 euros, la cual tenían que pagar realizando actos sexuales forzados.
Las condiciones eran inhumanas. Las víctimas eran alojadas en diferentes apartamentos de Oviedo considerados prostíbulos. Al llegar, se les confiscaban los pasaportes como método de control, asegurando que no pudieran escapar de la situación de explotación.
Las mujeres vivían en un entorno abusivo, donde no tenían derecho a negarse a ningún cliente y estaban obligadas a entregar la mitad de sus ganancias a sus "captadoras", quienes a su vez coordinaban el contacto con un intermediario encargado de gestionar citas y anunciar sus servicios en línea.
Adicionalmente, debían pagar 380 euros semanales por el alquiler de su habitación y cubrir costos extra asociados a sesiones fotográficas para su promoción digital.
La libertad de movimiento de las víctimas era prácticamente nula; solo podían salir bajo estricto control y para realizar compras básicas. En varias ocasiones, se ha comprobado que, si los clientes solicitaban drogas, las víctimas se veían obligadas a contactar a la cabecilla para facilitar el tráfico de sustancias.
La operación ha resultado en la detención de cinco sospechosos, todos acusados de trata de personas con fines de explotación sexual, prostitución forzada, violaciones a los derechos de los ciudadanos extranjeros y tráfico de drogas.
Como parte de la investigación, se han realizado cinco registros en Oviedo y Madrid, donde se han incautado drogas, documentos relevantes y material informático que podría resultar crucial para el avance del caso.
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