OVIEDO, 11 de septiembre. En un caso desgarrador que pone de manifiesto la gravedad de la violencia de género, la Fiscalía del Principado de Asturias ha demandado una severa condena de 14 años y 10 meses de prisión para un hombre que supuestamente intentó acabar con la vida de su esposa en Grado en junio de 2024. La audiencia está programada para este viernes en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Oviedo a las 10:00 horas.

El acusado, de 60 años y padre de un hijo nacido en 1986, compartía su vida con la víctima en el municipio asturiano de Grado. La relación se tornó violenta tras la revelación de que la mujer deseaba poner fin a su matrimonio, algo que el procesado no pudo aceptar, alimentando así su desconfianza y sospechas sobre una posible infidelidad.

La Fiscalía detalla que el trágico suceso ocurrió el 7 de junio de 2024, cuando el hombre esperó a que su hijo saliera de casa para perpetrar su ataque. Entró en la habitación matrimonial y, tras agredir a su esposa para despertarla, exigió que le desbloqueara su teléfono móvil. El clima de tensión se transformó rápidamente en un intento de asesinato.

En un acto de brutalidad, el hombre se armó con un cuchillo de 12,5 centímetros y, sin permitir a la mujer defenderse, le asestó múltiples puñaladas en el pecho, acorralándola entre la pared y la cama. Mientras la víctima gritaba en busca de ayuda, él continuó su ataque, provocándole heridas que pusieron en grave riesgo su vida.

Creyendo que había conseguido su objetivo, el agresor abandonó la escena, pero fue alertado por el ruido de la caída de su esposa, quien intentó escapar en un último esfuerzo por resguardarse en el baño. Aunque no logró llegar hasta allí, la mujer quedó tendida en el suelo, sobreviviendo a duras penas mientras trataba de taponar sus heridas con una toalla.

En un acto aún más despreciable, el hombre regresó para infligirle una nueva herida, profiriendo insultos. Sin embargo, su esposa optó por fingir estar muerta, un recurso desesperado que le permitió sobrevivir hasta la llegada de la policía, que acudió al lugar tras recibir alertas de los vecinos. Tras los hechos, el agresor tomó una cantidad indeterminada de tranquilizantes, una clara señal de su estado mental tras el ataque.

El abogado del Estado indica que, de no haber sido auxiliada a tiempo, las heridas que sufrió la mujer habrían supuesto un grave peligro para su vida. Como resultado de estos acontecimientos, el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción nº 1 de Grado dictó la prisión provisional comunicada y sin fianza para el acusado, además de imponerle una orden de alejamiento de 500 metros respecto a la víctima.

La Fiscalía ha clasificado los hechos como un intento de asesinato, añadiendo la agravante de género y la circunstancia mixta de parentesco. Por ello, se ha presentado la solicitud de condena que incluye, además de la larga pena de prisión, una prohibición de acercamiento y de comunicación con la víctima que se extendería más allá del tiempo de la sentencia, reafirmando así su posición firme contra la violencia de género.