El panorama económico de España se perfila con expectativas optimistas según el reciente informe de BBVA Research, que ha elevado su previsión de crecimiento del PIB para 2024 a un significativo 3,1%. Este aumento se atribuye a la revitalización del consumo interno y la dinámica del sector turístico, que se consolidan como motores clave de la economía española.
De cara al futuro, la entidad financiera también proyecta un crecimiento del 2% para la economía de Asturias en 2025, que se espera se modere al 1,7% en 2026. Según el análisis detallado de BBVA, el avance del turismo y la recuperación de la actividad agrícola jugarán un papel esencial en propiciar un crecimiento del PIB de España del 2,3% en 2025, a pesar de que se prevea un enfriamiento en las exportaciones y la inversión.
El informe pone de relieve que, durante 2023, algunas regiones, como La Rioja (4,2%), han sobresalido por encima de la media, gracias a un sector de servicios público robusto. Castilla-La Mancha (3,3%) y Castilla y León (3,0%) también han destacado por la reactivación del sector energético, mientras que Asturias (2,8%) ha visto beneficiada su economía por la afluencia de turistas.
Sin embargo, el crecimiento industrial no ha repuntado como se había anticipado, lo que ha traducido en que muchas comunidades autónomas en el norte de España queden rezagadas respecto al crecimiento nacional. Las excepciones notables son Castilla y León y Galicia, que han mantenido un crecimiento del 3,3% gracias al impulso del sector automotriz y un aumento en sus exportaciones.
BBVA Research también advierte sobre las limitaciones que enfrenta la economía, como la escasez de vivienda asequible que actúa como un freno y un posible descenso en los flujos migratorios, lo que podría reducir en el futuro la contribución del turismo. Las islas Baleares (1,2%), Canarias (1,3%) y Cataluña (1,5%) podrían experimentar una disminución en la aportación del sector turístico, mientras que Asturias (1,7%), Galicia (1,7%) y Castilla y León (1,6%) se mantendrían en línea o ligeramente por debajo de la media del crecimiento nacional.
En conjunto, el cuadro del crecimiento no ha sufrido alteraciones significativas, reafirmando que el empuje turístico sigue posicionando a Canarias y Baleares entre las regiones más dinámicas, mientras que en Castilla y León y Galicia, el empleo público y un sólido rendimiento en el mercado de automóviles continúan siendo pilares de su economía.
El crecimiento del empleo público ha tenido un efecto positivo en comunidades como Murcia, La Rioja, Castilla y León y Asturias, donde se ha producido una aceleración en las afiliaciones durante 2024. A pesar de que el turismo y los servicios privados seguirán mostrando crecimiento, se prevé que la tasa de expansión se modere, acercándose cada vez más a niveles más sostenibles.
La actualización del informe también destaca el impacto de las iniciativas destinadas a restaurar el capital físico tras los desastres naturales, con inversiones y ayudas que, junto con el esfuerzo del sector privado, están potenciando la actividad económica. En la Comunidad Valenciana, se prevé un crecimiento del PIB de un 2,7% en 2025, aunque este avance será dependiente de la eficacia y agilidad en la implementación de las medidas propuestas.
De cara a 2026, BBVA Research anticipa que el crecimiento se suavizará aún más, estableciéndose en un 1,7%, en un contexto marcado por una ralentización del consumo y del sector turístico. Sin embargo, una serie de factores, incluidos los bajos tipos de interés y los fondos europeos disponibles, podrían facilitar un mayor crecimiento del PIB en regiones como la Comunidad Valenciana (2,7%), Navarra (2%), Cantabria (2%), País Vasco (1,9%), Aragón (1,8%) y La Rioja (1,8%).
En contraste, se espera que comunidades como Andalucía, Murcia, Castilla-La Mancha (1,6%) y, de manera más acentuada, Extremadura (1,5%), enfrenten desafíos adicionales, como las restricciones de las normas fiscales, que las llevarán a crecer por debajo de la media nacional. Esto se suma a la normalización esperada del sector agrario, tras el repunte por la finalización de la sequía durante 2024 y 2025.
Finalmente, ante los retos de la vivienda asequible y la posible disminución de la inmigración, el papel del turismo como motor económico podría verse amenazado. Las Baleares (1,2%), Canarias (1,3%) y Cataluña (1,5%) podrían ver una reducción en la influencia positiva de este sector, mientras Asturias (1,7%), Galicia (1,7%) y Castilla y León (1,6%) se espera que se alineen con la media o se queden levemente por detrás, reflejando un crecimiento que ya habría logrado su impulso en años anteriores.
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