
OVIEDO, 14 de julio. Un innovador estudio conjunto entre la Universidad de Oviedo y la Universidad Rey Juan Carlos ha logrado identificar los elementos clave que sostienen la productividad de los bosques en un periodo de dos décadas. Los hallazgos indican que la diversidad dentro de los ecosistemas forestales es crucial para mantener una productividad constante, aun en medio de la crisis climática que enfrentamos hoy en día.
El trabajo es conducido por los investigadores Raúl García Valdés, del IICG-URJC, y José Valentín Roces Díaz, asociado al Instituto Mixto de Investigación en Biodiversidad (IMIB), que colabora con la Universidad de Oviedo, el CSIC y el Principado de Asturias. Este análisis ha sido divulgado en la revista especializada Forest Ecology and Management.
En su investigación, titulada 'La riqueza de agua, la disposición del bosque y la variedad de rasgos hidráulicos fortalecen la estabilidad forestal', se pone de manifiesto que, aunque la disponibilidad de agua juega un papel vital, otros factores como la estructura del bosque —que comprende la distribución de tamaños y edades de los árboles— y la diversidad funcional de los rasgos hidráulicos de las especies son igualmente determinantes. Esto se refiere a cómo las diferentes especies pueden enfrentar la sequía a través de diversas adaptaciones fisiológicas.
Raúl García Valdés, uno de los autores principales, señala: "Nuestros hallazgos indican que los bosques más diversos, en términos de sus estrategias para manejar el estrés hídrico, tienen una mayor habilidad para preservar su productividad a lo largo del tiempo, incluso bajo condiciones ambientales cambiantes."
La investigación hace uso de datos sobre la productividad obtenidos mediante imágenes satelitales, complementados con información proveniente de 40.000 parcelas del Inventario Forestal Nacional de España.
Este estudio no solo aporta fundamentos científicos, sino que también aboga por la implementación de prácticas de gestión forestal que incentiven la diversidad funcional como medio esencial para mejorar la estabilidad y la resiliencia de los bosques. Enfrentar el cambio climático podría depender de estas estrategias.
José Valentín Roces Díaz, coautor del trabajo y investigador del Departamento de Biología de Organismos y Sistemas en la Universidad de Oviedo, resalta: "La gestión forestal del futuro debe priorizar la diversidad, tanto en las especies como en la estructura espacial del bosque, para garantizar el correcto funcionamiento y la capacidad de adaptación ante anomalías en el entorno."
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