24h Asturias.

24h Asturias.

Fiscalía solicita 54 años de cárcel para cuatro acusados de formar parte de una red de transporte de drogas en autobuses.

Fiscalía solicita 54 años de cárcel para cuatro acusados de formar parte de una red de transporte de drogas en autobuses.

OVIEDO, 30 Oct. - La Fiscalía del Principado de Asturias ha solicitado una condena de cuatro procesados por formar parte de una red de "narcobuzos" y por intentar introducir más de 72 kilos de cocaína en Asturias a través del puerto de Avilés en 2020. En total, la Fiscalía pide 54 años de prisión para los cuatro acusados.

La vista oral está programada para el próximo 22 de noviembre en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial. Tres de los acusados nacieron en Lima (Perú) y el otro en Vlore (Albania). Todos tienen una orden de expulsión del país y se encuentran en prisión provisional por este caso.

Uno de los acusados ​​enfrenta una pena de 19 años de prisión (15 por tráfico de drogas y cuatro por atentado); otro se enfrenta a 15 años por tráfico de drogas, mientras que el tercero y el cuarto acusado se enfrentan a 10 años cada uno por tráfico de drogas.

El fiscal sostiene que a principios de 2020, los cuatro acusados ​​formaban parte de una organización que se dedicaba a realizar las acciones necesarias para introducir grandes cantidades de drogas en España para su distribución posterior en todo el país. Cada uno de ellos tenía un papel específico en la organización, que estaba perfectamente estructurada y jerarquizada, para distribuir rápidamente las sustancias.

El líder del grupo, que era militar de profesión, era el responsable máximo de la operación. Se encargaba de preparar la logística, dirigir y coordinar las tareas de los demás miembros de la organización. Otros dos acusados ​​eran buzos militares con amplio conocimiento en operaciones subacuáticas.

Según el escrito del fiscal, el líder del grupo, desde Perú, realizó los preparativos necesarios para introducir dos bolsas de lona en el casco del barco. Cada bolsa contenía 30 paquetes de cocaína, con un total de 60 paquetes. Los paquetes se colocaron en la caja de mar del lado de estribor del buque, a una profundidad de 35-45 pies.

El barco saldría del Puerto Callao de Lima (Perú) con destino al Puerto de Avilés, haciendo al menos una escala en el Fondeadero de Balboa (Panamá). Más tarde, el líder del grupo viajó en avión desde Perú hasta París, haciendo una escala en Ámsterdam y finalmente llegando a España en un medio de transporte desconocido. Se reunió con otro miembro de la organización en Cataluña.

Una vez en España, los dos acusados ​​realizaron los preparativos necesarios para alojar al resto de los miembros de la organización y obtener los medios de transporte necesarios para moverse. Alquilaron una casa de vacaciones en Avilés y dos vehículos a través de Internet, un Volkswagen Caddy y un Audi A-8. También se encargaron de adquirir el equipo de buceo necesario para llevar a cabo la operación.

Los otros dos acusados ​​llegaron a España el 5 de marzo de 2020 en un vuelo desde Lima a Madrid. Al llegar, fueron recogidos por los otros dos compañeros y se dirigieron juntos a Avilés para esperar la llegada del barco, que finalmente ocurrió el 10 de marzo de 2020.

Las autoridades militares de Panamá tuvieron conocimiento de la carga ilegal en el barco a través de la Agencia Antidroga de Estados Unidos (DEA).

Después de recibir la información, se contactó con la Fiscalía Superior de Drogas de Panamá para llevar a cabo una operación encubierta e identificar a los responsables del contrabando. Consistió en retirar los 60 paquetes de droga del barco y reemplazarlos con otros 60 paquetes similares que contenían una sustancia inofensiva para la salud. También se colocó un dispositivo GPS para conocer su ubicación en todo momento.

La operación fue realizada el 15 de febrero de 2020 por buzos profesionales del Servicio Nacional Aeronaval de la República de Panamá, bajo la coordinación de la Fiscalía Superior de Drogas. Después de recuperar las bolsas, estas fueron custodiadas y entregadas al Laboratorio de Sustancias Controladas del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Panamá.

Después del análisis de las sustancias incautadas, el laboratorio emitió un informe pericial el 16 de febrero de 2020, en el que concluyó que los 60 paquetes contenían cocaína, con un peso bruto de 72,14 kilos.

Con el fin de identificar y detener a las personas que iban a recoger la droga en España, el Fiscal Superior de la Fiscalía Especializada en delitos relacionados con drogas de la República de Panamá solicitó una entrega vigilada y se encargó a la Unidad de Delincuencia y Crimen Organizado (UDyCO) la investigación correspondiente.

Los agentes montaron un dispositivo de vigilancia cerca de la vivienda ocupada por los procesados ​​en Avilés. Observaron que, alrededor de las 22:15 horas del 11 de marzo de 2020, los procesados ​​salieron de la casa en el Volkswagen y se dirigieron a una zona conocida como Playa Pekes en Zeluán, cerca de la playa de San Balandrán, en el término municipal de Avilés. Tres de los procesados ​​se bajaron del vehículo y se quedaron allí, mientras que el conductor continuó su camino.

Cuando consideraron que podían actuar con seguridad, uno de ellos dio la orden de iniciar la operación, decidiendo que él y otro compañero serían los encargados de recuperar el cargamento, mientras que a otro se le asignó la tarea de vigilar.

Alrededor de las 2:00 horas del 12 de marzo de 2020, equipados con equipos de buceo, se sumergieron en el mar y accedieron al barco, donde recuperaron las bolsas que contenían los 60 paquetes de sustancias sustituidas. Luego bucearon de regreso a la playa, donde fueron sorprendidos y detenidos por los agentes. También se detuvo a otro miembro del grupo que estaba vigilando en la orilla opuesta.

Más tarde, alrededor de las 4:00 horas, los agentes se dirigieron a las proximidades de la vivienda utilizada por los procesados ​​para arrestar a otro miembro del grupo que se dirigía a la casa en el Audi A-8.

Para ello, uno de los agentes, vestido con un chaleco de alta visibilidad, se acercó al vehículo y ordenó al conductor que apagara el motor y bajara del automóvil. Sin embargo, el hombre aceleró el vehículo y obligó al agente a tirarse al suelo para evitar ser atropellado.

Luego, el sospechoso aceleró y condujo a gran velocidad por Avilés, seguido por cinco vehículos policiales con las luces y sirenas encendidas. En un momento dado, uno de los vehículos policiales intentó bloquear el paso del Audi A-8, pero el ac