La Geoda de Pulpí, la Universidad Laboral de Gijón y los grabados rupestres de La Palma, candidatas a Patrimonio Mundial.

Cuatro importantes enclaves dedicados a la manufactura de azúcar situados en Canarias se han sumado a la lista de patrimonios a destacar en España.
En un conmovedor paso hacia la preservación del legado cultural, la Geoda Gigante de Pulpí (Almería), la Universidad Laboral de Gijón, los antiguos grabados rupestres de La Palma y los pioneros ingenios azucareros del Atlántico en Canarias integrarán la 'Lista indicativa española'. Este proceso es un paso que se anticipa a la candidatura formal para ser reconocidos como Patrimonio Mundial por la UNESCO.
La decisión se tomó durante la reciente 95ª reunión del Consejo de Patrimonio Histórico, que tuvo lugar en Murcia el 17 de enero. Este consejo fue presidido por Ángeles Albert, directora general de Patrimonio Cultural y Bellas Artes del Ministerio de Cultura, y contó con la colaboración de representantes de todas las comunidades autónomas. El evento fue inaugurado por el ministro de Cultura, Ernest Urtasun.
A partir de hoy, las comunidades autónomas deberán concentrarse en la elaboración de los expedientes necesarios para la candidatura, que el Consejo de Patrimonio Histórico evaluará para su presentación ante la UNESCO en el momento oportuno.
En otra iniciativa significativa, se anunciará en febrero la candidatura del Paisaje Cultural del Agua de la Ribeira Sacra para su evaluación en el Centro de la UNESCO, que se llevará a cabo en 2026.
En lo que respecta a la Geoda Gigante, descubierta en 1999, este impresionante fenómeno natural ahora se catastra como un patrimonio natural en la lista indicativa. Ubicada en la Mina Rica de la Sierra de Aguilón en Pulpí, que estuvo operativa hasta la década de 1960, la geoda alberga fascinantes elementos de interés geológico y mineralógico.
Los grabados rupestres de La Palma, que datan de la época prehispánica de la isla y abarcan desde los primeros años de nuestra era hasta 1493, son otro de los tesoros que se han incluido. En total, se han identificado 520 estaciones rupestres, que se encuentran en laderas de barrancos o en la entrada de cuevas, con una temática que incluye formas geométricas, espirales y círculos, reflejando así la rica herencia cultural de los primeros pobladores de la isla, provenientes de la región norteafricana.
Por su parte, la Universidad Laboral de Gijón se erige como el edificio civil más grande construido en España durante el siglo XX. Su construcción, que se llevó a cabo entre 1948 y 1957, sirvió como una escuela taller de formación profesional hasta 1979. En sus aulas se integraron diversas disciplinas y técnicas artísticas como la arquitectura, pintura mural, mosaico, vitral y jardinería. Con la llegada de la democracia en España, el uso educativo del edificio ha continuado, y en las dos primeras décadas del siglo XXI, ha experimentado una rehabilitación para nuevos usos defensores de la cultura y la educación, convirtiéndose en un eje clave para las industrias tecnológicas.
Los ingenios azucareros también han encontrado su lugar en la lista. Estos cuatro enclaves situados en Gran Canaria y La Palma atestiguan la producción de azúcar entre los siglos XV y XVII. España está trabajando en conjunto con la República Dominicana para llevar esta candidatura a un nivel internacional, lo que marcaría un importante hito al ser la primera candidatura transnacional que España formula con un país de América Latina.
Los sitios seleccionados atestiguan el impacto del cultivo de la caña de azúcar, así como el origen y desarrollo de la manufactura en las Américas, cuando esta se convirtió en una de las industrias agrícolas más avanzadas de la época.
Por otra parte, el Consejo de Patrimonio Histórico también ha culminado con la selección de dos candidaturas que buscan el prestigioso Sello del Patrimonio Europeo, un reconocimiento que otorga el Consejo de Europa a los lugares que fomentan los valores de identidad y diversidad europeas. Las candidaturas españolas son el Monasterio de Santa María La Real de Aguilar de Campoo, en Palencia, y el Centro Cultural La Nau, emblemático edificio de la Universidad de Valencia.
En los debates del consejo, el Ministerio de Cultura ha presentado informaciones sobre las acciones emprendidas a raíz del Plan Nacional de Gestión del Riesgo y Emergencias en Patrimonio Cultural. Esta herramienta de coordinación abarca todas las comunidades y ciudades autónomas, y su activación ha permitido brindar apoyo material y humano a las regiones de la Comunidad Valenciana y Castilla-La Mancha, que han enfrentado los impactos de desastres naturales en su patrimonio cultural.
En este contexto, durante noviembre y diciembre, diversos grupos de técnicos voluntarios, entre ellos arquitectos y conservadores-restauradores, se han trasladado a Valencia para colaborar con la Generalitat en la evaluación y estabilización de los bienes inmuebles con valor histórico y artístico, así como en la evacuación de fondos documentales dañados.
Los técnicos también han visitado Letur, en Albacete, donde el casco histórico sufrió graves daños debido a las recientes lluvias torrenciales. Allí se ha llevado a cabo una evaluación para determinar las necesidades y planificar estrategias de recuperación que aseguren la preservación de este importante patrimonio.
Tras estas acciones iniciales, el Ministerio de Cultura ha reafirmado su compromiso de continuar apoyando a las comunidades afectadas, garantizando la colaboración en el desarrollo de proyectos de recuperación. Finalmente, se ha acordado que la próxima reunión del Consejo de Patrimonio Histórico se celebrará en Asturias durante la primavera próxima.
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