
En los municipios asturianos de Castrillón y Siero, se han registrado recientes delitos de incendio forestal que han llevado a la Guardia Civil a cerrar sus investigaciones. El 29 de septiembre, se dio a conocer que dos personas estaban siendo investigadas por su presunta implicación en estos incidentes, ocurridos durante el verano.
El primer incendio tuvo lugar el 27 de julio en Castrillón, específicamente en la zona de Pillarno, alrededor de las 14:30 horas. Este fuego requirió la intervención inmediata de los Bomberos de Asturias y la Brigada de Refuerzo contra Incendios Forestales (BRIF) de Tineo, apoyados también por medios aéreos. El siniestro afectó severamente a dos parcelas de eucalipto y pino, así como a diversas especies de matorral, resultando en la quema de aproximadamente 12 hectáreas de masa forestal.
Las indagaciones por parte del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) comenzaron al día siguiente del incendio, el 28 de julio, cuando la situación ya había sido controlada. Durante esta jornada, los agentes realizaron una inspección del área afectada para buscar pistas que esclarecerían los orígenes del incendio.
La investigación llevó a los agentes a un jardín cercano a la vivienda del presunto autor, donde encontraron evidencia de actividades de segado y quemado. Aquel día, el índice de riesgo de incendio en la región era alto, establecido en 3, lo que impide realizar quemas. A raíz de estas pruebas, un hombre de 41 años, residente en Castrillón, fue acusado de un delito de incendio forestal por imprudencia.
En otro evento, el 6 de septiembre, un nuevo incendio se detectó en el área de Pico Picalloreu, en Siero, alrededor de las 17:30 horas. En este caso, varias unidades de bomberos, tanto de Asturias como de Gijón, así como un helicóptero del 112, fueron desplegados para controlar la situación, logrando extinguir el fuego antes de las 20:00 horas. Afortunadamente, ninguna persona ni bienes corrieron peligro en este incidente.
La investigación posterior a este incendio reveló que el nivel de riesgo ese día era incluso más alto, alcanzando el nivel 4. Esa prohibición incluyó restricciones a las quemas y el uso de maquinaria en un radio de 400 metros en la zona, acciones que debían ser evitadas debido a su potencial para provocar deflagraciones o chispas.
Los investigadores de la Guardia Civil identificaron el punto de inicio del incendio en una propiedad privada donde se había realizado trabajo forestal, incluyendo la eliminación de matorral con desbrozadora. Como resultado, el 29 de septiembre, se inició el proceso de investigación contra un hombre de 68 años de edad, residente en Siero, por su posible responsabilidad en el delito de incendio forestal. Las correspondientes diligencias han sido remitidas al Tribunal de Instancia de Siero para su consideración.
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