
El director de la Agencia Estatal de Investigación (AEI), Domènec Espriu, ha denunciado el grave problema que representa la proliferación de revistas científicas de dudosa calidad, en su mayoría provenientes de China. Estas revistas ofrecen la oportunidad de publicar artículos con criterios muy laxos, lo que afecta negativamente al sistema de publicación científica y a la calidad de la investigación y la evaluación de los científicos.
Espiriu hizo estas declaraciones durante una conferencia titulada 'La evaluación de la investigación en la era de la ciencia abierta', que tuvo lugar en Oviedo con motivo de la festividad de Santa Catalina de Alejandría. El director de la AEI explicó que el crecimiento de estas revistas "depredadoras" se debe a que muchos investigadores buscan publicar a toda costa, ya que su evaluación y su carrera científica dependen del número de publicaciones que realicen. Sin embargo, Espriu destacó que lo importante no es publicar mucho, sino publicar con calidad.
El culpable principal de esta anomalía es China, aunque también se han observado casos en Egipto y Suiza. Este fenómeno es resultado del libre mercado, que ha irrumpido en el campo de la publicación científica y está generando estas distorsiones. Las grandes revistas científicas, que antes dependían de academias, universidades y sociedades científicas, ahora se enfrentan a la competencia de estas revistas de baja calidad.
Ante esta situación, la Comisión Europea está abordando el problema y los países miembros están implementando políticas coherentes para frenar esta situación absurda en la que cada editorial establece sus propios criterios. Cuando el negocio prevalece por encima de la calidad científica, estas distorsiones se hacen presentes. Es necesario establecer regulaciones que aseguren la calidad de las publicaciones científicas y promuevan la investigación de excelencia.
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