Garriga (Vox) critica la "crisis profunda" de Asturias y acusa a la izquierda de traicionar a la clase trabajadora.
OVIEDO, 7 de julio.
En un acto reciente en Oviedo, Ignacio Garriga, secretario general de Vox y su líder en Cataluña, puso de manifiesto la apuesta de su partido por captar el apoyo de votantes tradicionales de izquierda, especialmente en regiones con fuerte legado obrero como Asturias. Garriga afirmó que un número creciente de antiguos simpatizantes de partidos de izquierda consideran que Vox les representa ahora, alegando que estos votantes se sienten traicionados por lo que describió como un derroche de recursos públicos en actividades corruptas por parte del PSOE.
Durante su intervención, el político lanzó un mensaje claro al electorado asturiano, resaltando que muchos trabajadores de la región, con raíces en la minería y el sindicalismo, sienten que la izquierda ha incumplido sus promesas de proteger los intereses de la clase trabajadora. Según su versión, la administración actual ha fallado en rendir cuentas por el uso de fondos del estado.
Garriga también advirtió sobre lo que calificó como una “crisis estructural grave” que enfrenta Asturias, destacando factores como el envejecimiento de la población, la disminución de actividades industriales, la despoblación rural y el cierre de negocios. Criticó al presidente regional, Alfredo Barbón, y a Pedro Sánchez por ofrecer soluciones vacías, las cuales considera han asfixiado a emprendedores y familias locales.
El líder de Vox dirigió sus críticas hacia la gestión en áreas esenciales como sanidad y vivienda, así como el sistema fiscal, acusando al gobierno de descuidar sectores clave como la agricultura, la pesca y la industria eléctrica. Hizo hincapié en la necesidad de un enfoque energético más pragmático, sugiriendo inversiones en infraestructuras que favorezcan la conexión de Asturias con otras partes de España.
Finalmente, Garriga expresó su preocupación por lo que definió como “sumisión lingüística” por parte del gobierno autonómico. Se refirió a lo que percibe como un esfuerzo encubierto del PSOE—con la complicidad del PP—por imponer el idioma asturiano como un requisito para el acceso a la función pública. Aseguró que Vox será el único partido dispuesto a defender la libertad lingüística en la comunidad, abogando así por una agenda inclusiva y representativa en estos temas.
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