
En un reciente fallo que ha generado controversia, la jueza del Tribunal de Instancia de Briviesca ha decidido proceder con el desalojo de ocho exmonjas que habitan en el monasterio de Santa María de Belorado.
La sentencia, emitida tras una audiencia el pasado martes, se basa en las pruebas presentadas por la defensa del comisario Pontificio y arzobispo de Burgos, Mario Iceta, quien había solicitado el desahucio el 16 de septiembre de 2024. La magistrada ha accedido a la solicitud, ordenando a las exmonjas que entreguen la propiedad.
La decisión de la jueza implica que las exreligiosas deben despejar el inmueble y entregarlo a su legítima propietaria, la comunidad de monjas mayores bajo la dirección del comisariado. En caso de que no lo realicen de manera voluntaria, se les advierte que se procederá a un lanzamiento forzoso.
En su resolución, la jueza argumenta que la parte demandada no ha aportado ningún título que justifique su ocupación del monasterio, lo que lleva a aceptar la demanda en su totalidad.
Asimismo, se menciona que el "capítulo conventual" realizado el 8 de mayo de 2024, el cual pretendía transformar la entidad religiosa en una asociación civil, no se considera válido en lo que respecta a su autoridad legal para convocar o reunirse como tal capitulo. De esta manera, no pueden legitimar su ocupación del antiguo monasterio a través de esta acción.
La sentencia establece que el derecho a la libertad religiosa se reconoce únicamente a personas físicas y no a entidades jurídicas, contradictorio a lo que argumentaban las exmonjas, quienes sostenían que las entidades también deberían beneficiarse de este derecho.
Durante la vista, los representantes del comisario Pontificio argumentaron que las monjas que permanecen leales a la Iglesia constituyen la verdadera comunidad monástica y son, en consecuencia, las propietarias legítimas del convento de clarisas. El arzobispo de Burgos, Mario Iceta, fue reconocido como su superior jerárquico por la Santa Sede y en las leyes españolas.
La jueza no dio lugar a la defensa final del abogado de las exmonjas, quien intentó probar que el arzobispo carecía de autoridad para actuar en representación de la comunidad cismática, cuestionando así la sucesión de la jurisdicción canónica a la civil.
La audiencia se llevó a cabo el 29 de julio después de dos intentos fallidos previos, y como resultado de la estimación de la demanda, las exmonjas cismáticas se enfrentarán a las costas del proceso. Los letrados de las exreligiosas han manifestado su intención de presentar un recurso ante la Audiencia Provincial.
Desde su salida de Belorado, parte de la comunidad se ha trasladado a Asturias, donde han alquilado un restaurante en Arriondas que manejan ellas mismas. Además, están llevando a cabo otros proyectos, como el entrenamiento de perros de asistencia, ampliando así su compromiso con la comunidad local.
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