OVIEDO, 9 de septiembre.

En un apasionante debate en la Junta General, la consejera de Derechos Sociales, Marta del Arco, ha reafirmado su compromiso con la protección de los menores migrantes no acompañados, desestimando las críticas lanzadas por la diputada de Vox, Sara Álvarez Rouco, quien ha calificado la política migratoria de una falta de respeto hacia los ciudadanos asturianos.

Durante el primer Pleno del curso político, Del Arco destacó que Asturias presenta una proporción de 7 menores migrantes por cada 100.000 habitantes, muy por debajo del umbral de 32,6 fijado en el Plan de Respuesta ante Crisis Migratorias. “Nuestra comunidad acogerá a un máximo de 140 menores, garantizando que esto se haga en cumplimiento de la normativa y con pleno respeto a los derechos humanos”, afirmó con firmeza.

La consejera no escatimó en criticar el discurso de Vox, describiéndolo como "xenófobo y desprovisto de humanidad". "En este contexto, la protección de los menores es más que una elección; es una obligación que nos impone la ley y la ética", subrayó, recordando que los 10 menores que llegaron a Gijón el pasado agosto solicitaron asilo debido a su huida de conflictos bélicos.

Con un tono contundente, Del Arco denunció el uso manipulador de los menores por parte de Vox, acusando a su portavoz de “convertir a los niños en arma política” y de difundir “discurso de odio, xenófobo y deshumanizador”. “Asturias se ha caracterizado y seguirá siendo un territorio de acogida. No vamos a permitir que conviertan la infancia en un campo de batalla política”, concluyó con determinación.

En respuesta, Álvarez Rouco acusó al Gobierno regional de poner en primer plano los intereses de los migrantes sobre los de los asturianos, destacando problemas como la lista de espera en servicios de dependencia. “Miles de asturianos atraviesan situaciones de pobreza, mientras que se presta atención a inmigrantes indocumentados”, expuso enérgicamente.

Durante su intervención, la diputada de Vox manifestó que el Ejecutivo estatal impone decisiones unilaterales, criticando que “mientras hay ciudadanos asturianos en necesidad, prefiere atender a quienes vienen de fuera”. Enfatizó que “ni España ni Asturias están en la capacidad de recibir extranjeros mientras haya nacionales que necesitan atención”, insistiendo en la importancia de priorizar “primero nuestras necesidades y, solo después, mirar hacia el resto”.