OVIEDO, 13 de junio. Este jueves, dos trabajadores del centro penitenciario de Asturias fueron atacados de manera sorpresiva en el módulo cinco de la prisión de Villabona, un incidente que ha levantado las alarmas sobre la creciente violencia en estos entornos. El sindicato CCOO informó este viernes que los funcionarios afectados han tenido que ser trasladados al Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) debido a las lesiones que sufrieron en el rostro, el cuello y los dedos.

En un comunicado, CCOO expresó su condena ante esta agresión y manifestó su deseo de que los compañeros se recuperen pronto. Sin embargo, el sindicato no se limitó a lamentar el suceso, sino que aprovechó para señalar que la violencia en las prisiones ha alcanzado niveles alarmantes y está fuera de control. En la misma semana, también se reportaron incidentes similares en los centros penitenciarios de Sevilla I, Villena y Estremera.

Desde la organización, se atribuye este aumento en las agresiones dentro de Villabona a la falta de medidas preventivas implementadas por la Dirección del centro, así como a la desatención por parte de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias respecto a la seguridad del personal. Según CCOO, los trabajadores se sienten cada vez más desprotegidos ante este creciente problema que afecta su bienestar y seguridad laboral.

El sindicato afirmó que estas agresiones representan un serio riesgo dentro de su entorno laboral y criticó el Protocolo Específico de Actuación frente a las Agresiones (PEAFA), argumentando que este protocolo en realidad niega las protecciones garantizadas por la Ley de Prevención de Riesgos Laborales. “El tiempo desgraciadamente nos ha dado la razón”, expresó CCOO, que se negó a firmar el protocolo por su creencia de que este desmantelaría medidas fundamentales que resguardan a los trabajadores, exponiéndolos a un incremento en los ataques.

Por si fuera poco, CCOO alertó que, de acuerdo con datos recientes, las instituciones penitenciarias de España son las que registran la mayor tasa de agresiones a su personal en toda Europa, con más de 11 ataques reportados por cada mil internos. Además, el sindicato advirtió que el impacto de estas agresiones no solo es físico, sino que también tiene repercusiones psicológicas a largo plazo para las víctimas, un asunto que requiere atención urgente por parte de las autoridades.