OVIEDO/MADRID 23 Ene. - En un paso significativo hacia la modernización de la calidad alimentaria, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ha dado a conocer su intención de incorporar nuevas prácticas en la producción de sidra. Esta medida incluye específicamente la clarificación de la sidra y un aumento del contenido de metanol en la sidra de hielo, abriendo así un debate sobre la calidad y la seguridad de uno de los productos más emblemáticos de la gastronomía española.
A partir de este jueves y hasta el 12 de febrero, se ha habilitado un periodo para la audiencia e información pública con el objetivo de adaptar diversas normativas de calidad alimentaria a las realidades productivas y tecnológicas contemporáneas, además de atender las crecientes demandas de los consumidores que buscan transparencia y seguridad en lo que consumen.
El núcleo de este proyecto es la modernización de las normas específicas que afectan a la producción alimentaria. Se busca no solo proporcionar mayor seguridad jurídica a los operadores del sector, sino también simplificar trámites administrativos que a menudo resultan engorrosos, facilitando así un entorno más propicio para la innovación y el desarrollo.
Asimismo, la iniciativa contempla la derogación de disposiciones que han quedado obsoletas y que ya no reflejan la realidad actual del sector. Este proceso es fundamental para garantizar que las regulaciones sean pertinentes y eficientes, evitando la carga de cumplir con normativas que ya no tienen aplicación práctica.
El Ministerio ha señalado que algunas de estas regulaciones han sido superadas por normativas más recientes o por la legislación de la Unión Europea, lo que subraya la necesidad de una actualización continua del marco regulatorio.
Entre los productos que se verán afectados se encuentra la sidra, donde se pretende establecer nuevas prácticas de clarificación y aumentar el contenido de metanol en la sidra de hielo. Además, se revisarán otros productos como los preparados grasos, que sufrirán modificaciones en su definición; el vinagre, que incorporará nuevos ingredientes y elevaciones en el grado de acidez para las Denominaciones de Origen Protegidas (DOP) e Indicaciones Geográficas Protegidas (IGP); y los derivados cárnicos, que incluirán las menciones ‘natural’ y ‘elaboración artesana’.
En la misma línea, se incluirá el término ‘jamón de pavo’ dentro de las denominaciones consagradas, mientras que la denominación ‘mortadela Bolonia’ quedará eliminada. También se establecerá una regulación específica para la aceituna de mesa, que obligará a indicar en el listado de ingredientes si su relleno se presenta en forma de pasta. Respecto al pan, se crearán nuevas categorías para el pan sin gluten, como el 'pan común sin gluten' y el 'pan especial sin gluten', mientras que en el ámbito de las galletas se eliminará el límite máximo de cenizas permitidos.
Finalmente, se contempla la derogación de regulaciones antiguas que han sido superadas por legislación de la Unión Europea, abarcando productos como la sangría, vinos aromatizados y bitter-soda, así como secciones del código alimentario español relacionadas con grasas comestibles y cervezas. Este es un paso crucial hacia un sistema alimentario más eficiente y adaptado a las necesidades del consumidor moderno.
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