El Comité de Empresa Europeo de ArcelorMittal se opone de manera contundente a la deslocalización hacia India.

La protesta sindical toma fuerza en Bruselas, donde representantes de ArcelorMittal han alzado la voz en contra de lo que consideran un ataque directo a los derechos laborales: la posible deslocalización de funciones clave a la India, poniendo en riesgo cerca de 2.000 empleos en Europa.
Este miércoles, con traje y pancartas, el Comité de Empresa Europeo se concentró a las puertas de la sede del gigante del acero para manifestar su descontento ante un plan que consideran insensato y carente de justificación. En un comunicado, denunciaron que la dirección de la multinacional mantiene un enfoque “opaco y autoritario”, ocultando información esencial que podría ayudar a la representación sindical a comprender el impacto real de estas decisiones. Las pocas presentaciones ofrecidas han sido calificadas de “vagas y sesgadas”.
La resolución del Comité fue tajante, condenando lo que describen como una “maniobra brutal” impulsada por criterios puramente financieros, que desatienden cualquier responsabilidad social y territorial. “Este proyecto no solo es injustificable, sino que también representa un acto de autosabotaje en el peor momento”, subrayaron, evidenciando la falta de lógica empresarial detrás de la decisión de recortar puestos de trabajo en un momento en que el mercado empieza a mostrar señales de recuperación.
De hecho, los sindicalistas recordaron que en marzo la Comisión Europea lanzó un plan de apoyo para el sector del acero, que incluye restricciones a las importaciones y un refuerzo del mecanismo de imposición del carbono. Este marco recién establecido busca fomentar un clima positivo en la industria, proporcionando a los fabricantes la confianza necesaria para avanzar en el crecimiento. Sin embargo, la propuesta de ArcelorMittal de eliminar puestos estratégicos contradice esta dirección, planteando el riesgo de comprometer su propia capacidad de recuperación en el mercado.
“Afrontar una reducción de empleos en este contexto sería un error estratégico mayúsculo”, argumentaron, añadiendo que “Europa merece empresas que valoren su fuerza laboral y que no se dediquen a expoliar la esencia de su saber hacer”.
El Comité también resaltó el hecho de que ArcelorMittal se beneficia de ayudas públicas y subsidios destinados a la descarbonización, mientras simultáneamente recorta empleo y menoscaba las funciones estratégicas en sus centros europeos. “Esto va en contra de las normas de información y consulta que la Unión Europea exige”, lamentaron.
Por esta razón, hicieron un llamado a la convocatoria urgente del comité de diálogo social sectorial. La pretensión es discutir la estratégica industrial de la compañía en Europa, abordando cuestiones relativas a empleo, el futuro de los centros de trabajo y la transición hacia energías menos contaminantes.
Asimismo, exigieron la inmediata suspensión del proceso de deslocalización, que ya se ha iniciado en varios centros, hasta que se proporcione la información requerida y se establezca un verdadero diálogo social que incluya a todos los actores relevantes.
En una decisión unánime, el Comité optó por no emitir un dictamen sobre el polémico proyecto de deslocalización, posicionándose firmemente en contra de lo que consideran un “colonialismo empresarial”, que solo busca maximizar beneficios a expensas de la explotación de trabajadores en países donde las condiciones laborales y salariales son notoriamente precarias.
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