La sección sindical de Acaip-UGT ha hecho un llamado para la mejora de la seguridad y salud laboral, así como la cobertura de plazas vacantes, existentes en el Centro Penitenciario de Asturias, el cual cuenta con 145 plazas libres. Además, han reclamado una negociación efectiva con los agentes sociales para buscar soluciones adecuadas y acabar con la lacra de agresiones en los centros penitenciarios.

Según la organización, durante 2022, los trabajadores penitenciarios sufrieron 453 agresiones, lo que equivale a una agresión cada 19 horas. De ellas, 9 se produjeron en la cárcel de Asturias. Acaip-UGT ha afirmado que esta cifra es en realidad mucho más elevada, ya que no refleja todas las incidencias que se producen en una prisión, sino únicamente aquellas en las que el trabajador requiere asistencia médica.

La organización ha solicitado la implementación de protocolos adecuados para prevenir las agresiones y derogar el actual, que se ha mostrado ineficiente. También han instado a que se agilice la modificación del artículo 80 de la Ley Organiza General Penitenciaria para que los trabajadores penitenciarios sean considerados agentes de la autoridad, medida que se encuentra parada en el Congreso desde hace más de un año. Esta modificación podría servir como freno a las agresiones sufridas por los empleados públicos penitenciarios.

Finalmente, Acaip-UGT ha resaltado la importancia de facilitar a los trabajadores la formación necesaria para enfrentarse a situaciones violentas y el apoyo psicológico adecuado cuando se producen ataques verbales y físicos en los centros penitenciarios.